SOBERBIA-HUMILDAD II

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Y el pueblo dividido
de estrellas sabor
jazmín, con su falda
blanda de lunares
de perdiz y con el destello
del freno acusando al vil
rastrero de la casa
de los yelmos,
la presa que lame
los euros recobra
el valor que su compañero
le robó.
Y con la absoluta firmeza
de soberbia, la romántica
se deshace de su bohemia
antiburguesa.

Y con los hilos,
la potestad de los ricos
inunda la pobreza de los vivos.

Y cantan los ángeles
a la voz de la Tierra rota:
"Me miras pero no me ves.
Te equivocas, te equivocas,
pero Dios todo lo ve".

Y con soberbia. Con soberbia
y grandeza revientan
los cigarrillos en la marea.
Y con humildad. Con humildad
se deshacen los fénix mientras
el espacio-tiempo se dilata
aullando a la redención.

Más los angelitos,
heredados niños,
a iguales los nacidos
sobreviven los coartados
a ser fieramente testigos
de la infinitud del olvido.

Y con gran pureza
la excálibur se derrite
en las manos de la prepotencia.
Y con un suspiro a la marea,
el cauce vuelve a su tierra.

Más el atisbo de soberbia,
recurre a las entrañas
de las bestias durmientes,
así la avaricia suscita deseo.

LOS SIETE PECADOS CAPITALES. ©Elena Díaz G. (poesía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora