AVARICIA-GENEROSIDAD II

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Más Midas se deteriora
de hambre a solas,
con su triste
pusilánime de tormentas
sabor girasol de estrellas.
Mientras el corazón
le pide, a relojes lentos,
la acaricia rota del veneno
de Satanás, para pedir
con manos encardizanas
de bestias humanas
el perdón de su error.
Y a tanta hambre,
con pobreza de corazón,
aúlla a Dionisio
la cura de su desazón.

Y con las manos
bañadas en el
rio de las luciérnagas,
pásale la tormenta
al mar de los cementerios
ahogados de pateras;
mientras los angelitos,
criados niños, juegan
con la arena del pecado
original del blanco tapiz
de los renaceres del cielo.

Con un hilo de voz, amanece,
y se desatan los corruptos
que alaban a la palabra,
mientras degollan las raíces
de prevalencia de su pueblo,
aullandoles sin consuelo
la libertad de sus cadenas
de pobreza.

"¡Y alabanza y alabar, a la generosidad
del carbón donando sus resquicios
a la nada del aire, que llora sangre!"
grita el arcángel con la bandera
de los muertos en pobreza,
que no representa a la patria
que gime sus riquezas,
mientras las azadas lloran
peste y miseria.

Más elmayor castigo
del creyente calcinado
de avaricia y riqueza,
será devolverle a la madre,
Tierra y virgen, lo que es del Cesar,
que fue de Dios y de su prudencia.
Y con el ansia y codicia del oro
de las sirena, la víbora del Edén
consigue quedarse en el paraíso
más sola, que poderosa.

LOS SIETE PECADOS CAPITALES. ©Elena Díaz G. (poesía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora