Capítulo veinticuatro.
Tengo inmensas ganas de llorar.
Camino por los pasillos del instituto, ya habiendo sonado la campana y no tengo ánimos para ir a clase ahora, siento que no lo soportaría y terminaría haciendo una escena a mitad de la clase.
Sin embargo, tengo que aguantar.
Debo aguantar las lágrimas que están inundando desesperadamente mis ojos luego de haber visto como Christian besó a Chloe frente a mí, y encima el día después de haberme besado a mí.
Siento un dolor terrible de cabeza mientras paso entre el gentío. Me abrazo, encogiéndome dentro del abrigo de Elliot. Es muy cálido y suave, además de que tiene un aroma delicioso. Viéndole el lado positivo al día, mi hermana volvió de Italia y está en una relación con un chico que hasta el momento me parece muy agradable.
Me pregunto si es un rompecorazones como su hermano.
—Demonios.—Susurro llegando a mi casillero y marco la combinación. Saco los libros de la primera hora y cierro con fuerza la puerta metálica.
—Hey.
—¡Ah!—Me sobresalto y uno de mis libros se cae. Mason me da una sonrisa torcida antes de agacharse a recogerlo.
—No quería asustarte.—Dice mi mejor amigo incorporándose y devolviendome el libro.
—Descuida.—Le doy una leve sonrisa y comienzo a caminar hacia la clase. Mason no duda en seguirme y ambos caminamos en silencio por el pasillo que ya tiene menos gente.
—Oye, quiero disculparme por cómo estoy comportándome últimamente.—Su voz denota tristeza,—Las cosas con Madison son complicadas pero tú no mereces pasar por nuestros líos.
—Y ninguno me ha contado nada al respecto aún.
—Lo sé, lo sé, lo haré.—Responde cansado,—Es que tengo muchos problemas, Erica. No tienes idea, estas primeras semanas han sido devastadoras y doy gracias que los profesores están calmados con los deberes, de otra forma sería un doble estrés.
—Estoy de acuerdo.—Digo por lo bajo mientras sigo caminando hasta que Mason me coloca una mano en el hombro, haciéndome frenar.
—Erica,—Me voltea y puedo ver su cara de preocupación,—¿Estás bien?
Intento mantenerme estable pero me invade el recuerdo de aquel beso que vi hace unos instantes. Mis ojos se llenan de lágrimas y mis labios tiemblan mientras pienso en qué decir para despreocuparlo. Sin embargo para Mason es más que obvia la respuesta así que me jala hacia él y me envuelve en sus brazos. Sin poder soportarlo más, dejo que las lágrimas caigan por mi rostro y lloro en silencio, aferrándome a mi mejor amigo y ocultando la cara en su pecho. No me importa si estamos en medio del pasillo o si quedan alumnos que puedan vernos, solo me dejo llevar por mis emociones y el dolor que siento.
—Tranquila, no hay nadie.—Susurra Mason, como si leyera mis pensamientos y acaricia mi cabello.—Desahogate cuanto gustes.
—Pensé que él... Que yo... Que nosotros...—Balbuceo y Mason me aprieta más contra sí.—Él me besó.
—¿Hablas de Christian?—Pregunta y yo lloro con más ganas en forma de respuesta,—Es un idiota, Erica, simplemente un idiota que no te merece.
—Nunca me dijo que eramos algo.—Me separo levemente de Mason para verlo a los ojos,—Pero yo creí...
Siento un nudo en mi garganta y Mason empuja mi cabeza para que vuelva a apoyarme contra su pecho. Vuelve a acariciar mi cabello mientras que yo me permito lloriquear un poco más en los brazos de mi mejor amigo. Al cabo de unos minutos, me separo y tomo aire antes de volver a respirar normal. Mason me sonríe y acaricia mi mejilla con su pulgar, secando mis lágrimas.
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Mi Amor de Secundaria [#1] ✔
Teen Fiction¿Alguna vez han tenido un Crush? Yo tengo uno desde que entré a la secundaria. Me atrajo desde el principio con sus ojos azules y esa belleza inconmensurable. Su nombre es Christian, y no, no es Grey, aunque definitivamente en mis sueños él es mi C...