62. La despedida

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Dedicados a todos mis lectores, para aquellos que estuvieron desde el capítulo uno y a los que se unieron durante los capítulos medios o los últimos.

Muchas gracias por compartir la emoción de esta historia conmigo, los amo muchísimo.

Rían, lloren, sientan, pero como sea, disfruten del capítulo, mis queridos y queridas, porque este... es el final.

PD; Gracias por haber estado en el vivo de esta tarde. <3

Capítulo sesenta y dos.

Ahora mismo me gustaría estar levantándome recién de la cama y ver a mi lindo novio durmiendo a mi lado, el sol de la mañana dándole en la cara, sus párpados relajados y poder verlo hasta que se despierte. Que luego él me de alguna otra ropa suya para vestirme y pasemos la tarde juntos, sin preocuparnos por decirnos adiós y sabiendo que nos veremos al día siguiente.

Pero para mi mala suerte, la realidad para nada es esa.

Me encuentro realmente en el vehículo de Christian, aún no es mediodía y nos acompañan su padre, su hermana y su madre en los asientos de atrás, todos juntos atravesando la ciudad.

Y dirigiéndonos hacia el aeropuerto en el día de su vuelo.

Audrey, James y Débora, quien vino porque el padre de Christian lo sorprendió trayendola de su hospital en la mañana, están sentados atrás sin decir palabra, mientras que Christian conduce y yo voy en el asiento copiloto, mirando por la ventana los enormes edificios que dejamos atrás.

A pesar de que todos estamos en silencio, puedo notar las emociones que cada uno siente.

James y Débora seguramente están agobiados al mismo tiempo porque su hijo se va a una universidad fuera del país, pero también se sienten orgullosos de él porque es una de las mejores del mundo.

Audrey se siente triste porque ya no verá al hermano que siempre la cuidó cada día desde que ella era pequeña, pero lucha contra ese sentimiento porque quiere sentirse feliz por él y su decisión.

Y Christian...

No necesito suponer, porque lo sé.

Él se siente nervioso, ¿y quién puede culparlo?, va a ir a Cambridge, donde le exigirán lo mejor de él, y aunque sé bien que mi novio es lo suficientemente confiado, no es realmente lo que lo hace sentir así, sino el hecho de dejar todo lo que tiene aquí atrás.

A su familia, a sus amigos y a mí.

Lo veo presionar sus manos en el volante, su semblante serio y sus ojos fijos al frente. Me gustaría poder decirle algo que lo consuele un poco, pero no quiero ser la que inicie una conversación en medio del silencio aquí y ahora y además, realmente ya no tenemos nada que decirnos porque todo lo hemos mencionado ayer por la noche, pero no después de haberlo hecho dos veces seguidas.

Otra cosa especial pasó anoche.

Miro por la ventana del vehículo y me pierdo en la lejanía de las miles de construcciones, recordando como anoche Christian y yo nos escabullimos por la noche a un lugar especial fuera de su casa.

Mi Amor de Secundaria [#1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora