61. El fin de la noche

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Este capítulo va a tener algo que A MUCHOS/AS de ustedes les gusta... picaroncillos diría Flanders. <3

Contenido +18, si eres sensible a este tipo de escenas entonces te sugiero que te saltes la segunda parte del capítulo, es decir, desde la mitad hasta abajo.

Como dije, esta es mi compensación. ;)

¡Disfruten!

Capítulo sesenta y uno.

—¡Vivan los malditos graduados!—Exclama Adrián levantando ambos brazos en el aire, tambaleándose un poco.

Yo suelto una risa, viendo como casi se cae.—Estás tan borracho.

Y no estaba mintiendo porque aparentemente, cuando ya la fiesta empezó a ponerse más alocada con los bailes, los profesores se dejaron llevar lo suficiente como para que algunos alumnos introdujeran alcohol a la fiesta, reemplazando así los vasos de bebidas sin alcohol con ello.

Adrián fue sin dudas uno de los que más acabó tomando.

Él se voltea para verme y arquea una ceja, cruzándose de brazos aún con algo de vacilación en su manera de pararse.

—Estoy en perfectas condiciones.—Me informa.—Es más, ahora que lo pienso, no veo razón por la que no me den las llaves de mi auto.

—Porque estás jodido, amigo.—Dice una voz a mis espaldas y seguidamente un brazo pasa por sobre mis hombros, el aroma de la colonia de Christian golpeando mi nariz me hace tan bien.—Ellie conducirá, acéptalo.

Adrián suelta un gruñido.—No es justo, ¿saben lo que pagué por ese coche?, merezco conducirlo.

—¿Hace cuánto lo tienes?—Pregunto curiosa mientras veo a unos metros detrás de él yace su vehículo gris de dos puertas con ventanas negras y una apariencia bastante nueva.

—Terminé de pagarlo hace una semana, así que oficialmente es todo mío.—Presume orgulloso, meciéndose hacia un costado.

—Entonces no querrás que tenga abolladuras tan pronto.—Le hago saber y él piensa en protestar pero antes de que pudiera hacerlo, voces hablando entre sí se oyen detrás mío y no necesitamos voltearnos para ver que son nuestros amigos.

Madison y Mason van de la mano riendo mientras Ashley, Aidan, la pareja de ella, y Ellie yacen caminando hacia nosotros también hablando entre sí. La última mencionada fija sus ojos en Adrián y al instante sonríe, se separa del resto y nos pasa por un lado hasta llegar a su novio, quien la recibe con los brazos abiertos.

—Oye, Ellie.—La llama Christian y ella se voltea a verlo, aún entre los brazos de su chico.—Adrián dice que no quiere que tú conduzcas su auto.

Su confesión exalta a nuestro amigo y rápidamente mira a Ellie, quien lo imita y lo ve confundida.—¿Eso es cierto?, ¿No quieres que yo maneje?

—N-No, yo no dije eso.—Tartamudea Adrián, echándole a Christian una mirada feroz antes de prestarla atención a Ellie, quien hace puchero.—Al contrario, ¡me encantará!, solo quiero que me asegures que no te distraerás mientras conduces.

La cara de ella se ilumina.—No lo haré, ¡lo prometo!

—Está bien, entonces andando.—Le dice Adrián y ella asiente, pero antes de que pudiera hacer algo más, Ellie lo jala del cuello de su camisa y le susurra algo en el oído que hace que Adrián se muerda el labio. Seguidamente, nos mira a todos nosotros nuevamente.—¡Bueno bueno, nosotros ya tenemos que irnos, es un asunto de vida o muerte, nos vemos otro día, adiós amigos!

Mi Amor de Secundaria [#1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora