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Caminaba por las calles de Seúl después de haber culminado mi tercera entrevista de trabajó, hace poco me había venido a vivir en Seúl y había sido un gran' cambio y sin duda era más difícil conseguir un trabajo en la área que yo trabajaba, y sin más recurrí a buscar otros tipos de trabajó ya sea trabajar de cajera, tendría que hacer eso de todos modos para poder pagar mi renta con el poco dinero de mis ahorros y el que me habían dado mis padres para poder pagar esa pieza lo había logrado pagar la primera vez, pero ya no tenía dinero y algo tenía que hacer para conseguir un simple trabajó.

Al entrar a la estación del metro me dediqué a esperar el que va hacia mi dirección, sin duda aquí las personas eran más apuradas, pero siempre organizadas para agarra el metro eso me alegraba en cierta forma, ya que era un poco tarde y las personas recién empezaban a salir de sus trabajos para ir a su casa y descansar después de una jornada de trabajó.

Al llegar el metro todas las personas se subieron en esté al igual que yo; al entrar no estaba muy lleno así que pude sentarme en uno de los puestos que estaba al lado de la entrada del metro, al sentarme en esté note aquel metro se empezó a llenar cada vez más quedando enfrenté mío un chico de tez pálida alto y que llevaba un abrigó, él iba simplemente bien vestido, no pude evitar ver que llevaba un estuche de pinceles en las manos, no pude verle bien la cara gracias a qué era alto y simplemente deje de mirarle para no parecer una rara que mira al chico del metro.

Al bajar mi mirada me dediqué a ver mi teléfono y averiguar sobre trabajos que estuvieran disponibles, podía sentir como alguien me miraba y me sentía incomoda.

—Es hermosa —susurro aquél chico para si mismo, antes de salir del metro.

Alcé la vista y pude notar que aquél chico que estaba enfrente de mi ya no estaba, poco tiempo después llegó la estación del metro dónde me bajé del metro y camine hacia mi departamento y al llegar a esté me cambié y me preparé una sopa instantánea y me senté al frente del televisor y empezé a comer viendo el televisor, pero como la felicidad dura muy poco escuché mi teléfono sonar y lo tome y conteste dicha llamada.

Llamada

—¿Hola? —hable desde la otra línea.

—Hola Yon!! —saludo con entusiasmo desde la otra línea.

—Oh hola Yang —salude.

—¿Te recuerdas aquella vez? Dónde me dijiste que estabas buscando trabajo —pregunto.

—Si, claro —respondí su pregunta.

—¿Todavía estás buscando? —preguntó de nuevo.

—Si —le indiqué.

—Que bien, porque tengo un amigo que estaba buscando una modelo -me explicó— Pero es un trabajo temporal, quise decirte por su te podía ayudar.

—Pensé por un momento lo dicho— Ahh, bueno supongo que me puede ayudar, pero es una modelo de ¿Qué? —pregunte.

—¡Ah! Me tengo que ir Yon mi jefe me llama—explico—de todos modos, la entrevista es para mañana te enviaré la dirección por mensaje —Corto la llamada.

Dejé el teléfono al lado mío en el mueble, esa tal entrevista de modelo no me dió buena espina bien podría ser un engaño, pero Yang nunca me a engañado, pero de modelo no me convence como para trabajar de eso, pero de todos modos lo intentaré, quizás valla mañana después de otra entrevista de trabajo de todos modos lo de modelo sería temporal y un poco de dinero no le hace mal a nadie.

» Pintor nocturno « [K.TH] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora