En cuanto Dean divisó la primera porción de la gabardina en aquel hoyo siniestro, supo que era momento.Las luces sobre el escenario estaban todas apagadas, así que pocos eran los que lograban ver su figura. Sonrío grande, incapaz de contenerse. El divino ángel acababa de entrar junto con su apreciable hermano.
Rápidamente los fanales azul y verde se encontraron, no le fue difícil a Castiel ubicar al objeto de su búsqueda, después de todo, compartían un vinculo profundo. Claramente el ser celestial lo distinguía en la oscuridad, y la mirada que le dirigió fue tal... Que Dean, a pesar de la distancia, sentía que podía ver todas las estrellas del firmamento en los ojos de Castiel. Estaba seguro que si prestaba suficiente atención, vería la creación del universo. Tierna mirada de preocupación inocente contra sonrisa juguetona, llena de sorna.
A Dean le gusta pensar que pudo escuchar como Castiel tragó saliva, aunque quizá no eran más que imaginaciones suyas. Como haya sido, el ángel sabía que algo iba a suceder, pues no era difícil de intuir.
Dean levantó su mano izquierda, dando una señal al joven que desempeñaba el trabajo de DJ, el cual, afortunadamente estaba lo suficientemente cerca y lo suficientemente concentrado como para captar aquel simple ademán.
Las luces del escenario se encendieron de súbito, captando la atención de cada una de las personas en la habitación, jadeos de sorpresa llegando de todos lados.
Dean tenía las piernas ligeramente separadas, imitando a aquellos cantantes de rock que tanto admiraba, y tenía su mano derecha en el micrófono. Paseó una mirada prepotente, con su sonrisa socarrona, solo deteniéndose en su buen mozo ángel.
El ángel que le pertenecía ahora como nunca le había pertenecido y como nunca le volvería a pertenecer. Necesitaba tenerlo. Aquella vieja y decrépita necesidad que siempre había estado ahí, pero que jamás le había hecho tanto daño como se lo hacía ahora, ¡cuántas ganas tenía de postrarse de rodillas ante su ángel!
Sin embargo, el mundo entero parecía estar de rodillas ante el. Viendo a la gente desde el escenario, desde arriba, parecían todos tan chiquitos, incluso Sam, el hombre ridículamente gigante que nunca había parecido pequeño, ni siquiera cuando era un niño; Sam siempre había sido imponente.
Pero en esta ocasión, su hermano menor solo le miraba, incapaz de actuar, con los ojos bien abiertos en una mueca de preocupación. Sam no sabía muy bien qué hacer, pero, si de una cosa estaba convencido, era que su plan A (amenazar a Dean con una pistola para ir al auto) no podía resultar muy bien.
La habitación estaba apacible y no se escuchaban más que suaves murmullos aquí y allá, quizá las personas temían alzar la voz y romper el encanto que repentinamente se había formado alrededor del momento.
Dean llenó de aire sus pulmones y se aferró al micrófono como si su vida dependiera de ello.
Entonces exclamó:
—Shot through the heart,
and you're the blame!
Darling, I give love... a bad name.
(Disparo al corazón
¡y tú eres el culpable!
Cariño, le doy mala fama al amor)Y la música, como un repentino torbellino, llenó el aire de una forma agresiva, violenta y majestuosa. El sonido de la guitarra rasgó con la fuerza de un huracán y consiguió sacar, de aquellos pobres ingenuos, un pequeño susto, al verse repentinamente envueltos en tal ambiente. Sin embargo, los de más rápido reaccionar, casi instantáneamente se repusieron y levantaron sus vasos de alcohol en celebración, alabando a aquel hombre extraño. No pasó el tiempo para que el resto de la gente, con ánimo exitado, lanzaran vítores y gritos de alegría también.
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Celo [Destiel]
FanfictionTras una cacería, Dean es infectado por una misteriosa criatura que hace a sus víctimas adoptar hábitos animales hasta convertirse en seres totalmente primitivos. Los primeros síntomas se manifiestan rápidamente. Entre ellos, el celo, este periodo d...