La Uchiha Perdida - Tobirama Senju

1. De vuelta

Creo que era hora de volver a casa, hacía mucho que no veía a toda mi familia, iba bastante rápido, estaba ansiosa por verlos de nuevo. 

Han pasado casi 3 años desde que dejé mi clan, con el propósito de estar de viaje aprendiendo nuevos jutsus, mejorando mis técnicas de combate y muchas cosas más.

Igual, era una época ideal para volver a reencontrarme con mi familia, la navidad estaba muy cerca.

-Alto ahí- una voz la hizo parar en seco.

Rápidamente su sharingan se activó, por lo cual pudo esquivar fácilmente el kunai que le habían lanzado.

-¿Quien eres? ¿Y qué haces aquí?- preguntó la misma voz.

Voltee a ver a todos lados, estaba rodeada... por ¿clones?

Sentía que había visto ese rostro antes, no lo recordaba muy bien, pero recuerda haber visto aquel cabello blanco en algún sitio.

-¡No tengo porque responderte!- grite, rápidamente me puse a la defensiva tomando un kunai.

El hombre deshizo los clones y comenzó a acercarse.

Tome con más firmeza el kunai y me puse a la defensiva.

-Acaso eres... ¿Uchiha?- hablo con cierto desprecio, genial no sé quién sea este tipo, pero no me agrada nada.

-Si idiota, que no es obvio- respondí enfadada.

Una vez que estuvo cerca le puse más atención, el hombre tenía una tez pálida, quizá un poco más que la mía, también unas particulares marcas rojas adornaban su rostro, al igual que sus ojos, también eran rojos y llevaba una banda con un sello muy peculiar ¿de qué clan es?

-Y tú, ¿de qué clan eres?- afloje ni agarre del kunai, aunque no bajaría del todo la guardia.

-Eso es algo que no te incumbe- respondió el hombre de manera altanera -Vamos, te llevare con el Hokage- en un rápido movimiento el hombre ya estaba detrás de mi, pero gracias al sharingan pude voltear y encararlo.

-¿Hokage?- pregunte confundida -¿Quien es ese tal "Hokage"?

-¡Vamos!, no te hagas la ingenua, niñita- entre más hablaba, más odiaba a este tipo.

-No soy ingenua, tarado.

Ambos teníamos un duelo a muerte con las miradas, ya había desactivado el sharingan, sino este tipo ya estaría muerto.

La respiración del peliblanco comenzaba a agitarse, y sus mejillas comenzaban a teñirse de rojo, qué tipo tan más raro.

-¿Qué?- hablo burlona -¿te pongo nervioso?, niñito.

El peliblanco rápidamente negó y bufó, parecía frustrado.

-Vamos, tengo que llevarte con el Hokage, te hará un par de preguntas y ya después te vas con tu clan o haces lo que tú quieras.

-¡No iré hasta que no me digas quién es ese Hokage!- este tipo comienza a desesperarme.

-Pues el Hokage, el líder de la aldea- respondió como si fuera obvio.

¿Aldea? Genial, me voy por 3 años y pasan cosas raras.

-Bueno, vamos- suspiré cansada mientras guardaba el kunai -Solo que te quede claro que voy por mi voluntad, tengo que preguntarle un par de cosas- hable, encarándolo de nuevo.

El peliblanco suspiró cansado, lo cual me hizo sonreír de manera malévola, me agrada esto.

El tipo iba un metro delante de mi, volteaba cada 10 segundos, como si fuera a escapar.

Mientras que yo, miraba atenta, no entiendo porque llevaba una armadura tan ostentosa, aparte de esa banda que cubría casi toda su cara y parecía que había matado un oso y se lo había atravesado en el cuello.

Algo que pude darme cuenta, es que debajo de toda esa armadura, debe haber un cuerpo muy bien trabajado, tenía una espalda ancha, debe tener unas abdominales marcadas, seguramente.

No sé ni porqué imagino tales cosas.

No llevábamos mucho tiempo caminando, cuando entramos a la aldea, era muy bonita, y acogedora, y cálida, se sentía como mi hogar.

-Oye- llame la atención del tipo -¿cuál es tu nombre?- no le puse mucha atención, ya que mi atención estaba puesta en todo lo que había en la aldea.

-No tengo por qué responderte- respondió seco -tú no me dijiste el tuyo, así que yo no lo haré.

Qué tipo tan insoportable.

Antes de que respondiera algo, entramos por unas grandes puertas, seguido subimos por unas largas escaleras y nuevamente entramos por otra puerta.

Entramos a una oficina, detrás del escritorio estaba un hombre vestido con una túnica blanca y algo que cubría su rostro.

-Hokage, encontré a esta chica cerca de la aldea, quizá sea de su interés interrogarla- rápidamente fulmine con la mirada al peliblanco -Es una Uchiha.

Al oír eso, el tipo detrás del escritorio dejo de escribir y alzo la mirada, a su vez que el peliblanco se situaba detrás de él.

-¿Senju?- si, estoy segura de que el es de los Senju -¿El Hokage es un Senju?- reí.

El Hokage parecía impresionado.

-¿Tu eres Uchiha?- preguntó igual, o peor de confundió que yo.

-Uchiha Hana- respondí firme.

-¿Que clase de relación tienes con Uchiha Madara?- preguntó nuevamente el Senju.

La pregunta me confundió un poco, ya que el peliblanco suspiró frustrado y negó con la cabeza.

-¿Qué pasa con Madara?- pregunte preocupada, esta vez el peliblanco soltó una risa un tanto obvia.

-Tobirama, ¿podrías esperar afuera?- hablo el Hokage

Tobirama....

En un rápido movimiento active el sharingan y saqué un kunai que lleve directo al cuello del Senju.

Senju Tobirama, este desgraciado fue quien mato a Izuna.

-Tú... tú mataste a Izuna- grité.

El peliblanco quedó congelado, quizá no esperaba tal cosa.

-Y tú, ¿qué le hiciste a Madara?- grite volteando a ver al otro Senju.

En un movimiento el peliblanco intento quitarme el kunai, cosa que fue difícil para el.

-Tranquila Hana- hablo el Hokage -Podrías soltar a mi hermano, tú y yo tenemos que hablar.

Esta vez el Senju no me miraba, sabía que si veía directamente al sharingan, sería su fin.

-Hana- volvió a hablar el Hokage.

Quite el kunai del cuello del Senju y me volteé, ya habría más tiempo de hacerlo pagar.