ＡＬＦＡ[OMEGAVERSE]

Chapter Four

Los días pasaron y por mi mente rondan el encuentro con ese chico de mirada tan intensa y atractiva, es como el mismo océano tan profundo y opaco pero bello y hermoso. Me aturde en sobremanera esta situación, están surrealista y estúpida que no me lo creo.

En un abrir y cerrar de ojos el tiempo transcurrió, la luna llena se presentara hoy y para que decir que no estoy nerviosos, si me estoy cagando de los nervios.

Las gente esta emocionada, los niños corren y todo el ambiente se siente feliz, y cálido.

Tan solo faltaba pocas horas para que el sol caiga y se pierda en el horizonte. El tiempo se va acortando y comienzo a sentir un hormigueo en mi cuerpo, los sentidos se van volviendo más sensibles y agudos.

Por otro lado, Valentín esta sintiendo el efecto de la luna encima suyo. El cuerpo de este se retorcía en su lugar tal parece que los efectos de la luna le estaban afectando en sobremanera, trataba de caminar hacia el exterior pero solo ocasionaba que caiga al suelo y no dejaba de perder el equilibro a cada paso. La temperatura corporal en su cuerpo se eleva comenzando a sentir un calor abrasador que comienza en su pecho y se esparce por todo su ser, y lo único que procesa su mente es el encuentro con aquel chico castaño. Ante tales recuerdos unos colmillos afilados relucen en su impecable dentadura blanca, un cosquilleo insoportable se hace presente en estos ocasionando que no puede contralar las ganas de querer morder al pequeño castañito e inconscientemente ansiaba a dicho chico.

La cordura ya se esfumo y cualquier pensamiento racional parase que no pasaría por su mente hasta que termine la luna llena. El que tenia el control era su lobo.

Y sin esperar mas su cuerpo corrió de manera agresiva y veloz. Estando ya afuera aspira todos aromas mezclados de los jóvenes en la calle que empezaban a cortejarse. Un sentimiento de aturdimiento lo ataco por las nuevas sensaciones.

Aceleraba su paso sin saber a donde ir.. no le importaba cada vez que se tropezaba él volvía recuperarse y seguir corriendo. Su mente no pensaba en nada, sin embargo, lo buscaba a él por todas partes. El cuerpo actúa soltando feromonas con la esperanza de que el castañito lo encuentre.

Entre todo la desesperación su cuerpo paro en seco cuando su sensible nariz reconoció el aroma a chocolate e instintivamente sus colmillos se hicieron mas grandes.