Recuerda

Capítulo 10: PLANES

CAPÍTULO 10

PLANES

—Nueve en total. Mi hermano, yo, cuatro chicas y tres chicos más. Dos de ellas son muy amables, seguro que os hacéis amigas.

—No sé...—Tomo aire e intento organizar mis ideas—. Se conocen entre ellos, no creo que quieran que una desconocida interrumpa su quedada del sábado.

—¿Bromeas?—Se ríe—. Emma, están deseosas por conocer gente nueva. Pasan tanto tiempo juntas que ya no saben qué contarse. Además, ¡la feria es increíble! La noria es gigante. Mide más de veinte metros de alto. No te lo puedes perder—Niega con la cabeza, y hace ese gesto que lo caracteriza, que es particularmente propio de él—, de ninguna forma.

Realmente, no puedo quejarme de este chico. Hemos estado intercambiando mensajes después de que me dejara el lunes pasado a solas con Ash, pues al parecer, cree firmemente que el moreno puede hacerme daño y se sentía culpable por haber escapado de esa forma. Desde entonces, he descubierto que tenemos muchas cosas en común y he confirmado mis sospechas: que Kenneth es una persona muy agradable. De hecho, hasta ha venido a visitarme varias veces más al motel, me ha hecho compañía cunado el vestíbulo ha estado completamente vacío y me ha ofrecido unos temas de conversación bastante interesantes que han rellenado las horas muertas de trabajo.

—¿Y si ya he hecho planes?

Su expresión se transforma en una menos divertida, levanta una ceja y me pone a prueba. Claro que sabe que no he hecho planes. Le conté que vivo sola, que dejé la universidad, y le insinué que no tengo amigos. Creo que sospecha que mi único plan alternativo al que me propone es quedarme en casa mirando una película sentada en el sofá, o quizás, solamente dormir.

—Me estás tomando el pelo.

—Me ofende que me creas tan antisocial—bromeo.

—Y a mí que te quieras escapar de mi propuesta mintiéndome.

—Kenneth...—Hago una mueca—. Es que no sé si es lo más adecuado.

—¿Y qué es lo más adecuado, Emma? ¿Encerrarte en casa, sin hablar con nadie? ¿Todos los días? ¿Evitar relacionarte con la gente? ¿Rechazar que los demás intenten hacer algo por ti?

—Kenneth, vivo sola. No hablo con nadie porque no tengo a nadie con quién hablar. Y te prometo que agradezco tu invitación, pero salir un sábado con un grupo de gente que no sé cómo son, y hacerlo porque mi única relación con ellos eres tú, un chico al que conozco desde hace menos de un mes, no me transmite mucha confianza. Seguro que si voy al médico me dirá que aún debo permanecer en el hospital... No es cuestión de salir de fiesta cuando todavía no estoy bien.

—No me vale ninguna de tus excusas. Acabarás trepando por estas cuatro paredes.

Me río interiormente, ante sus palabras. Como si no estuviese agobiada ya.

Cuando estoy con Kenneth, me lo paso bien. De hecho, es una persona que hace que me olvide momentáneamente de todo por lo que he pasado. Se ha estado preocupando tanto por mí estas últimas semanas que incluso podría comenzar a considerarlo amigo, pues pese a conocerlo desde hace tan poco, siempre tenemos de qué hablar y me hace reír. No obstante, es evidente que habla de esa forma porque, ciertamente, no sabe qué me ha ocurrido. Y tampoco es mi intención revelárselo, al menos, no por el momento.

Me levanto del sofá y voy a la cocina a por un par de refrescos. Hoy es mi día libre, y hace unas horas, a media tarde, cuando todavía iba en pijama, el chico me envió un mensaje preguntándome si me apetecía que se pasase por mi casa y así charlar un rato. No tenía nada mejor que hacer, así que acepté, pues tampoco estoy en condiciones como para rechazar algo que se está convirtiendo en amistad. Lo que no esperaba era que se molestase en insistir para que fuese a la feria con él y con sus amigos el próximo sábado.