Ella solo podía huir.
Huir de la vergüenza que su pasado le generaba, huir del la repulsión que creyó haber superado, huir de la traición que tuvo que tragarse en soledad, huir de aquel día que le arrebato el alma y sin más, la había asesinado en vida.
Ella solo quería desaparecer.
Sus pies descalzos dejaban suaves huellas a su paso. Sus piernas estresadas comenzaban a tambalearse. Sus delicados ojos perla ya no veían con claridad.
La villa yacía a kilómetros detrás de ella, pues como si su vida dependiera de ello, consentro grandes cantidades de chakra en sus pies, para lograr que un paso se transformará en metros.
Ella no deseaba volver, aunque la única persona que más amaba, la esperase de pie frente la puerta. Ella no quería verle, no quería avergonzarla.
<<Perdón bebé...juro que será solo unos días y entonces, cuando este lista, enviaré por tí y ambas podremos vivir lejos de todo.>> pensó la peliazul con tristeza, pero sin mas, algo freno su cuerpo como si de un ancla se tratase.
-¡¿Yumi, que diablos haces!? -escucho exclamar una voz ronca.
La mujer ocultó su rostro, pues aquella voz le derretia el alma.
-...
-Yumi, te hice una pregunta.
-Solo...estoy dando un paseo...
-¡¿Con los pies descalzos?! ¡dime que diablos te paso! -exigió la varonil voz.La ojiluna no pudo más.
Ella se desplomó y el hombre con habilidad la detuvo entre sus brazos.
-S-Sensei...solo déjeme sola. - dijo con vergüenza observando el rostro de Tobirama.
-Estas...Llorando.
-¡Déjeme! -exclamó la nívea mientras forcejeaba casi sin fuerza, pero grande fue su asombro cuando aquellos masculinos brazos la rodearon con amor y cuidado.
-Tranquila, todo saldrá bien. -susurró en el oído de la joven.
-Sensei...Yumi se aferró con fuerza a aquel hombre, dejando que su cuerpo tembloroso llorara sus miedos en él.
Tobirama no tenía palabras para decir. Él no sabía que decir.
Normalmente Yumi se enfocaria en las personas que la llevaron a sentirse mal, para luego arremeter en su contra; pero no está vez ella solo lloraba en el pecho de su maestro; temblorosa y asustada....
Pasó un rato y Yumi seguía gimoteando ignorando totalmente que Tobirama avanzaba con ella en brazos.
-Dime cuando estés lista para hablar.
-S-Sensei...yo no...no quiero. -expresó la Hyuga levantando un poco el rostro, y con asombro reconoció el camino. -Sensei, esto...
-Dijiste que saliste a dar un "paseo" ¿no? Pues iremos juntos.
-Pero este camino...
-¿Quieres volver a la aldea?
-¡no! -contestó de inmediato.
-Entonces solo disfruta el paisaje hasta que lleguemos.
-...Gracias... -contestó la nívea acurrucandose suavemente en el pecho de su amor secreto....
Kakashi estaba exhausto, no tenía rastro alguno de la opalina y eso le preocupaba, pues ahora entendía lo frágil que era la mujer, que a sus ojos era la más fuerte de todas.
<<Yumi-san...>>
Kushina y Mikoto llegaron al mismo lugar que el peliplata y con tristeza negaron.
-No tengo idea de donde puede estar.
-Yo tampoco tuve suerte.
Kakashi suspiró con pesar. -Eso me pone aún más nervioso...
-¿mmm? ¿Kakashi? -se escucho decir a sus espaldas.El peliplata al voltear con las matriarcas, observó a Rin comprando algunas cosas junto a Obito.
-Rin.
-¿Paso algo malo?
-¿por qué lo preguntas?
-Bueno, tienes una expresión consternada y pareces muy preocupado.
-...
-Habla de una vez Tontokashi.
-Callate Obito.
-Estamos buscando a Yumi, ¿La han visto? -cuestionó con amabilidad la azabache.
-¿Yumi-san? No la hemos visto, quizás este con la familia Hyuga ¿no? Quizás fue a visitar a alguien allí.
-¡Ellos no son su familia! -exclamó el peliplata con rebosante ira.
-¿Kakashi...?
-P-Perdon, Rin.
-Vamos, vamos, solo estas estresado por el trabajo ¿no? -dijo Obito en forma juguetona mientras se colgaba de su compañero, a la vez que le susurraba. -Sígueme o juro que te golpeare aquí mismo.
-¿Adónde van, Obito? - cuestionó la Nohara.
-Le invitaré un trago a Kakashi, deberías adelantarte, la niña seguramente espera los ingredientes.
-Oh...de acuerdo, no beban mucho.
-Lo prometo. -Obito desapareció con Kakashi y las matriarcas suspiraron.
-Em...¿Quieren venir para la cena? Hinata-san va a cocinar esta noche.
-No...Gracias Rin. -dijo Kushina, para después desaparecer desanimada.
-Bien, hasta luego.
-¿Mi hijo...asistirá? -cuestionó la Uchiha.
-¿su hijo?
-Sasuke...¿Él irá?
-Sí, claro, Sasuke-san ayudará a Hinata-san a cocinar o eso creo.
-Entonces iré.
-Claro, vamos.
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⚠️🚫CANCELADA🚫⚠️
Hayran KurguLa guerra acabo gracias al trabajo en equipo de los tres últimos Uchihas, pero aun así sus pecados no pueden ser simplemente perdonados, por lo cual son encerrados y la única oportunidad que tienen de volver a saborear la libertad es bajo el cuidado...