Capítulo 1

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Un leve pero incandescente destello de colores vivos y el sonido de una explosión que desencadenaba en millones de fragmentos disgregados en lo que parecía ser una gran nada. De pronto un timbre ensordecedor disipaba aquella imagen.

—¡Strange! ¡Strange! –La voz de una mujer llamaba la atención de la joven Luna, quien se encontraba en el aula de clase- ¿Soñando despierta como siempre? –La chica se le quedó viendo y dibujó una pequeña sonrisa. Por un momento le costó ubicarse, no recordaba que estaba en clase- Ya todos sus compañeros salieron ¿Qué espera?

—Sí, sí, lo siento. –Tomó sus cosas y se puso de pie. Seguía viendo a su alrededor, no sabía cómo había llegado hasta ahí. -

—Debo anunciarle que le están esperando en la dirección. –Luna frunció el ceño- Al parecer es algo muy importante, una urgencia familiar.

—¿Familiar? –La chica todavía intentaba ubicarse, ya que, si bien no estaba dormida, su cabeza parecía haber estado fuera de toda realidad- Sí, muchas gracias. –La cabeza le daba tumbos, sentía que todos los sonidos del exterior estaban magnificados, cada paso lo sentía pesado, era como si tuviese que pedirle permiso a su cuerpo para poder moverse.

Era extraño, muy extraño, sobre todo pensar en la razón por la cual estaba siendo llamada a la dirección ¿Un asunto familiar? Bastante improbable, cualquier cosa que pudiese haber pasado, habría sido contactada directamente. Pero no estaba para discutir, ni para cuestionar, solo quería saber.

Al llegar a aquella oficina, no tuvo siquiera que tocar la puerta, esta se abrió por si sola dejándole paso libre para que pudiese adentrarse. El lugar se sentía frio, y estaba oscuro. Ciertamente nunca antes había entrado a esa oficina, pero jamás hubiese imaginado que fuera un lugar tan lúgubre, no había ni una sola ventana. Antes de que pudiese decir alguna palabra, escuchó la voz de la directora saliendo de la puerta adyacente.

—¡Señorita Strange! Justo a la persona que estaba esperando. Tome asiento por favor. –La voz de Luna no se manifestaba, asintió y cumplió aquel pedido- ¿Se encuentra bien? Le veo un poco distraída, más de lo normal.

—No, no pasa nada. Bueno sí ¿Por qué tendrían que haberme llamado por una urgencia familiar? Cualquier cosa, creo que mi papá o quien sea, se hubiese comunicado conmigo directamente.

—No lo dudo, pero creo que esto no tiene que ver directamente con su padre. –Abrió uno de los cajones de aquel viejo escritorio y sacó un sobre negro con un sello de cera color rojo. - Yo solo cumplo con entregar el mensaje, que al parecer es bastante urgente. –Le ofreció el sobre a la chica- Pero no lo abras aquí adentro, puedes verlo en la sala de afuera. –Luna tomó el sobre y se quedó esperando a que la mujer dijera algo más, esto era bastante extraño, muy misterioso. - Es todo por el momento. Puedes retirarte.

—Bien, muchas gracias. –Se puso de pie y se dio la vuelta para acercarse a la puerta, pero antes de siquiera abrirla, esta mujer le volvió a hablar-

—Me hubiese gustado que vinieran los dos juntos, tengo uno para tu hermano también.

—¿Perdón? ¿Para mi qué? –La confusión sopesaba en la voz de Luna ¿Acaso acababa de decir hermano? ¿De cuándo a acá? - ¿Hermano? –El rostro de la mujer dibujó una mediana sonrisa y negó-

—No importa, él vendrá después. Sigue con lo tuyo. –Se escuchaba tan natural, no parecía una broma. Y en otras circunstancias, si no estuviese tan confundida, Luna refutaría a esas palabras hasta encontrar una respuesta. Pero en ese momento su cabeza era un nido, nada fluía, todo se quedaba ahí, atascado. Sin decir nada más, se dispuso a salir de la oficina, viendo aquel sobre en sus manos. Estaba tan distraída que chocó con un joven que se dirigía a la oficina. Apenas volteó a mirarle. -

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