Cuando de forma inexplicable cuatro diferentes tierras colisionan, hace su aparición una especie de tierra Ultimate, en donde estas convivirán dentro de una misma línea. Es aquí donde un peculiar grupo de "hermanos" se verá envuelto en una especie d...
El siguiente día prometía ser puro amor, era el día de San Valentín y este día las personas se comportaban más dulces de lo normal, o al menos eso se creía.
En el colegio, todo estaba decorado con motivos de corazón y tonterías de este tipo. Los que tenían pareja andaban acaramelados, podías ver a las chicas cargado rosas, peluches, globos y cualquier cantidad de cursilerías. Muchas clases se veían interrumpidas por serenatas que eran enviadas por “enamorados”. Era increíble como este día sacaba ese lado rosa en la mayoría de las personas.
Estaba a punto de sonar el último timbre, ese que daba la salida, pero debido a ser justo este día, ya la mayoría de los estudiantes estaba libre. Pero aquí nos interesa solo nuestros 3 chicos. Pues, después de lo que pasó el día anterior, de esa actitud cortante que había tenido Ethan para con Luna, y esas palabras que sí, la hirieron un poco, ninguno de los dos había cruzado palabra en todo el día. Digamos que ella no quería molestar. Al salir de la última clase, empezó a seguirle por el pasillo.
–¡Luna! ¡Luna! -Le gritaba mientras sorteaba al montón de personas y globos que habían en el pasillo- ¡Luna! ¡Espera! -Ella se detuvo antes de llegar a las escaleras-
—¿Qué pasa?
—¿Cómo qué pasa? No me has dirigido la palabra en todo el día. Esta mañana saliste muy temprano, y…
–No quería molestarte. Estaba intentando no estar pegada a ti todo el tiempo. -Respondió fríamente, esto le cayó un poco mal a Ethan- Solo era eso.
—¿Fue por lo que dije ayer? Lo siento, de verdad lo siento. Me está pasando que hay momentos en los que no puedo controlar lo que digo o lo que hago, lo lamento. -Luna encogió los hombros-
—Igualmente creo que tienes razón. Tengo que dejar de estar pegada a ti como un chicle y seguir, seguir intentando encontrar las repuestas por mi cuenta, creo que todos deberíamos hacer lo mismo. -La mirada de Ethan reflejaba pena, hasta se podría decir que tristeza. Él conscientemente no podía explicarlo, pero la sensación que tenía al oír a Luna así, decepcionada, era tremenda, era desgarradora. Al parecer sí era cierto eso de la conexión entre los mellizos, y más si había magia de por medio. Suspiró y tomó las manos de la chica-
—Lo siento, de verdad no quise hacerte sentir mal. No quería que te molestaras así conmigo. -Luna torció la boca- ¿Me perdonas? Es día del amor, no puedes estar molesta con tu hermano ¿O sí? -Luna suspiró y bajó un poco la mirada, Ethan le dio un beso en la cabeza y luego le abrazó.
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Antes de que Luna pudiese decir algo, Sylene se acercó a ellos con un par de rosas en la mano y una cajita que parecía ser de chocolates-
—Parece que el espíritu de este día se adueñó de ustedes ¿Ya se reconciliaron? -Dijo esto y abrió un caramelo que también tenía en la mano, para luego comerlo- No, antes de que me respondan, porque está claro que sí se reconciliaron, tengo que decirles algo que siempre me ha parecido muy raro pero a lo que nunca le presté mucha atención hasta ahora que los estoy viendo ¿Por qué los mellizos cuando son hombre y mujer, siempre actúan como pareja? Eso es raro y perturbador. -Los chicos se miraron con evidente incomodidad- Sí ¿Ven lo que digo? Es raro, como sea… me alegra que ya estén bien, yo estoy feliz muy feliz.
