Capítulo 13

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Para continuar era necesario echar un vistazo a un par de horas hacia atrás. Agnes había estado todo el día anterior y lo que llevaba de este, lamentándose por todas las cosas que había hecho mal alguna vez, por la forma en la que su madre le veía, por la forma en la que su padre le trataba. No importaba qué intentara hacer, nunca era suficiente para poder complacerles a ellos, y tampoco lograba complacerse a sí misma. Sentía que todo su camino estaba terriblemente mal andado.
Pero ya era el momento de romper las cadenas y dejarse llevar por lo que deseaba. Y lo que más deseaba era libertad y poder. Esas dos cosas solo podía conseguirlas de una forma, y estaba dispuesta a todo para alcanzarlo.

Por curiosidades de la vida o por simple coincidencia, Jor tocó esa tarde a su puerta. Cuando le vio, una sonrisa enorme se dibujó en su rostro.

—Señor Lokison, justo a la persona que quería ver este día ¿Cómo está?

—Es la pregunta que veía a hacerte yo ¿Cómo estás?

—¡Maravillosa! Con millones de ideas, con millones de planes, con muchas ganas de hacer cosas diferentes y que me lleven a un camino diferente.

—Eso me alegra, es bueno aclarar la mente.

—¿Quieres pasar?

—Yo solo venía a ver como estabas. Además, no le caigo bien a tu papá.

—¿Y a mí qué me importa que lo que caigas bien? Además, él no está ahorita. Para variar, está más ocupado en su trabajo que en mí, pero ya qué. Estoy acostumbrada a eso. –Le tomó la mano a Jor y le hizo entrar para luego ir hacia el sofá y sentarse- Me alegra saber que al menos puedo contar contigo.

—Sabes que sí ¿No habíamos quedado en que éramos un equipo? –Agnes sonrió- Me habías dicho que querías verme hoy ¿Por qué?

—Por nada en específico, solo quería ver a mi amigo, quería saber si realmente cuento contigo. –Jor frunció el ceño-

—Me intrigas ¿Cómo para qué podrías necesitar mi apoyo? Porque honestamente, me asusta un poquito lo que pueda pasar por esa cabecita loca. –Le tocó la frente con el dedo índice-

—No estoy loca, no te pases. –Quitó la mano de su frente- Solo tengo ideas diferentes. O no tan diferentes, solo, mejor estructuradas.

—Agnes, eres bastante pasional, impulsiva y explosiva ¿De verdad crees que puedes tener ideas bien estructuraras? Vamos.

—¡Oye! No seas así. Todo eso es culpa de mi madre, vivo cada momento de forma intensa y dramática, a veces me dejo llevar por la impulsividad. Pero sí soy de pensar las cosas antes de hacerlas. Y ahorita, tengo pensadas muchas cosas. Como te dije, muchas ideas, muchos planes, y un solo objetivo.

—¿Y cuál es ese objetivo?

—Tú lo sabes muy bien; llegar a lo más alto que puede brindarme el mundo de la hechicería, ser la más grande, las fuerte, la más poderosa. –Jor alzó una ceja y le miró fijamente- Sabes muy bien que puedo hacerlo. –Él asintió- Pero, sería mucho más fácil si trabajáramos juntos, como un equipo. Así tú también podrías tener beneficios.

—¿Y qué beneficios podría buscar yo dentro de tu “reinado”? Soy un semidiós, tengo todo lo que necesito, y podría obtener fácilmente todo lo que quiero. –La rubia movió la boca hacia un lado-

—No lo niego, pero, tengo entendido que tu papá no tiene muy buenas relaciones en la dimensión oscura. Eso podría ser un obstáculo para ti, y yo podría ayudarte. Nunca está de más tener apoyo extra.

—En eso tienes razón, nunca está de más. Pero, para dejar claro este punto. Lo que haya hecho mi padre, es cosa suya, yo puedo abrirme camino por mi cuenta.

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