Capítulo 17

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En otra de las habitaciones, Ethan se adentraba para encontrarse con su madre. Al Darcy verle, fue corriendo hacia él, pero este le detuvo antes de que pudiese abrazarle.


—¡Mi amor! ¿Cómo estás? –Le preguntó ella al ver la cara que tenía el pobre chico-

—¿Cómo crees que estoy? ¿Cómo? –Darcy le tomó la mano, pero él se soltó- No, mamá realmente estoy molesto, y confundido, y totalmente agobiado. Todo esto me está martillando el cerebro.

—Lo sé, sé que te debo una explicación, pero… Estas personas se acercaron a mí y me hicieron esta propuesta. Sé que no era la mejor forma de hacerlo, pero me pareció que era el momento de que supieras.

—¿De que supiera la verdad? Así, sin anestesia. Vamos a mandar al pobre tonto a que de la nada le hablen de magia, otros universos, hermanos en otras dimensiones, y sin olvidar lo más importante, vamos a decirle que su padre es Stephen Strange, un hechicero. –Se tocó las sienes haciendo un gesto como si le explotara la cabeza-

—No sabía cómo decírtelo.

—De la misma forma en la que hace un tiempo te sentaste conmigo a decirme: “No importante que sepas quien es tu padre, solo estamos tu y yo”. Así mismo podías hacer para decirme: “Ethan, tu papá se llama Stephen Strange, y curiosamente es un hechicero. Pero tú no le importas, así que solo estamos tu y yo.”

—¡No! Las cosas no son así Ethan. No es que no le importes. Él no sabe que tu existes –Ethan se sorprendió- Nunca se lo dije, no tuve oportunidad. Y nadie lo sabía. Por eso cuando estas personas aparecieron, yo les creí y aquí estas. Pero esta es una conversación que debemos tener en otro lugar, en otro momento. Perdóname por no decirte la verdad, perdóname por hacerte pasar por esto.

—Ya no importa, yo quiero regresar a casa. Quiero olvidar todo esto, y no lo digo en forma figurativa, lo digo literal, quiero regresar a mi casa y olvidar que viví todo esto. –Darcy le miró consternada. - Lo digo enserio, no puedo con todo esto, no estoy listo para este mundo totalmente diferente, prefiero seguir viviendo en la ignorancia, seguir viviendo mi vida tal y como estaba. –Sus ojos se cristalizaron- Me da pena porque sí conocí a personas buenas, a personas que valen mucho la pena, pero no quiero esto para mi vida. –Darcy le acarició la mejilla al ver que una lagrima se le escapaba-

—Perdóname ¿Sí? –Le abrazó. En ningún momento pensó que algo como esto podría pasar, que lo tomara tan mal. -


En otra habitación, Agnes empezaba a despertar. Su madre estaba junto a ella, pero en lugar de verse preocupada, se veía un tanto molesta. Mantenía sus brazos cruzados y una expresión fría y dura. Cuando la joven abrió los ojos, observó a su madre con preocupación.

—¿Mamá? ¿Qué pasó? ¿En dónde estoy? –Clea respiró profundo-

—¿Qué pasó? Lo de siempre, que nunca das el 100% de ti y terminas fracasando. –Agnes quedó desconcertada- No importa si es una simulación o la realidad, siempre te quedas a medias.

—¿De qué estás hablando?

—Que todo esto era una prueba que no pasaste porque te pusiste sentimental.

—¿Una prueba? ¿Todo fue mentira?

—Mentira no, fue una simulación. Y sí, fallaste.

—Fallé por tu culpa. –Respondió con firmeza- Tenia tu voz pegada en la cabeza, sentía que me estabas presionando, justo como lo estás haciendo ahora.

—Agnes por favor… ¿Qué es lo que quieres? Yo he dado lo todo lo mejor de mí para sacar lo mejor de ti, pero, aun así, siempre logras decepcionarme, quedándote a medio camino.

—Hubiese preferido quedarme inconsciente antes de estar escuchando tu voz. Sí, fallé en la prueba. Está bien, tampoco quiero seguir el camino que tú quieres para mí. Quizás sea momento de elegir lo que yo quiera. –Clea rio llena de ironía- Búrlate todo lo que quieras, pero tú no tienes todo el poder sobre mí.

—Cariño, fallaste en el camino a convertirte en alguien importante para el multiverso ¿Piensas que te voy a dejar vivir con ese fracaso? No, eso se va a ir de aquí –Le tocó la sien- Y así vas a poder empezar otra vez, sin tener esa carga sobre ti. –Agnes tragó fuerte- Además, soy tu madre, puedo hacer lo que se me pegue la gana, hasta que cumplas los 18, y para eso todavía falta.

—¿Sabías que eres la peor madre de todas?

—Y tú no eres la mejor hija, así que estamos a mano.

—No tienes derecho a borrarme lo que viví aquí. Sí, fue terrible, pero me dejó enseñanzas sobre lo que puedo hacer para mi futuro. Y no quiero olvidar a mis hermanos.

—A mis hermanos –Repitió en tono alto- Mira cómo te llenas la boca. El único de esos chicos que lastimosamente es tu hermano en tu mundo, es… Ay… el de cabello oscuro. Ni sé cómo se llama.

—Ethan, se llama Ethan. Y él me trató muchísimo mejor de lo que tú me has tratado durante toda mi vida. Así que sí, tengo derecho a mantener mis recuerdos.

—Sí, puede ser, pero yo no manejo esto. Posiblemente me los quiten a mí también. La verdad esperaría que me los quitaran también, porque si no, que vergüenza tener que recordar todo el tiempo, que esto pasó.

Agnes observó a su madre con mucha rabia. No pida creer que fuera así, no podía creer que la tratara así.

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