Capítulo 14 Parte I

28 4 13
                                    

Al culminar todas las actividades de aquella mañana, la directora esperaba a los tres chicos en la puerta del aula, su intención no era dejar que se escaparan. La cara de tragedia que pusieron los tres al ver a aquella mujer de pie junto a la puerta, fue épica.

—Esto tiene que ser una broma. –Expresó Sylene por lo bajo-

—No, no lo es señorita Lokidottir. No iba a dejar que se escaparan de esta responsabilidad.

—¿Responsabilidad? Se supone que es un voluntariado, y evidentemente ninguno de nosotros quiere hacerlo. –Luna hizo un paneo rápido a los rostros de sus hermanos- Si nos obligan, es básicamente un castigo.

—Bueno, pueden tomarlo como tal. –Respondió la mujer empezando a caminar-

—¿Perdón? –Se alzó Sylene-

—¡Ya! –Tomó la palabra Ethan- Mejor hagamos esto lo más rápido posible, evitemos más problemas ¿Sí? –Tomó la delantera y empezó a caminar-

Los cuatro se dirigieron al depósito que se encontraba por la parte trasera del auditorio del colegio. En ese lugar había de todo, así que se podía decir que tendrían bastante trabajo.

—Aquí van a encontrar todo lo que se necesita. Me gustaría que hicieran un inventario de cada cosa. –Sylene bufó al escuchar eso- Y, luego empiecen a armar las ideas para el gran evento. Piensen que todo lo que se va a hacer ese día, será a partir de las ideas que ustedes saquen el día de hoy. Además, van a tener tiempo para compartir un momento de hermandad. –Ninguno de los tres respondió, pero los celulares de los tres sonaron al unísono, habían recibido un mensaje. Sylene fue la primera que lo sacó, y notó que era de Jor. Pero no le dio oportunidad de leer, ya que la mujer se lo arrebató. -

—¡Oiga! ¿Qué le pasa?

—Venimos a trabajar, no a entretenernos. Los celulares son una distracción. –Extendió la mano para pedir el de Ethan y el de Luna. Él, sin chistar se lo entregó, mientras Luna se quedó viéndole fijamente por un par de segundos. - Señorita, el celular ¡Ahora! –La rubia suspiró y lo entregó de mala gana. - Muchas Gracias.

—¿A qué viene todo esto? ¿Qué es esta estupidez? ¿Por qué justo nosotros?

—Señorita Strange, esto no es una estupidez, es un evento serio. Y justo ustedes tres, porque son los primeros en mi lista de voluntarios.  –Mientras hablaba sonreía de una forma un tanto escalofriante- Y como les dije, les va a servir para limar esas pequeñas asperezas que hay entre ustedes. Así que disfruten el momento. Estaré al pendiente de ustedes, así que mucho cuidado. –Movió su mano y salió de aquel deposito que ni ventanas tenía. -

—No puedo creer esto. De verdad, siento que cada día mi vida se va convirtiendo en una muy mala parodia. –Se quejaba Sylene- ¿Estamos todos conscientes que esto no es normal?

—Lo estamos, pero ¿Qué se supone que vamos a hacer? ¿Revelarnos ante el sistema escolar y actuar como anárquicos? –Preguntó Luna-

—Esa no sería una mala idea. –Acotó Sylene-

—¡Por favor Sylene! Yo nunca he tenido problemas en la escuela. –Se quedó en silencio un momento- ¿O sí? Es que no lo tengo claro, hay una imagen que tengo sobre una vez que llamaron a mi papá, pero no lo recuerdo. –Se sacudió la cabeza, a lo que Sylene solo viró los ojos- Como sea, el punto aquí es que, todos sabemos que es algo raro, pero no es una buena idea cortar con esto, porque posiblemente sea el camino a algo importante…

—Sí, sí, tienes razón. –Se sentó en una de las sillas que estaban en el lugar- ¿Y tú qué piensas? –Le hablaba a Ethan que empezaba a mover algunas cajas. Al oírle se detuvo y suspiró-

Collision Donde viven las historias. Descúbrelo ahora