Capítulo 2

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En las afueras de aquel viejo edificio, cada uno tomaba camino. Se suponía que todos irían al mismo lado, pero lo que acababa de pasar los había dejado bastante desconcertados. Luna corrió para alcanzar a Ethan antes de que subiera a su auto.

—¡Espera! ¡Espera! –Se detuvo al frente de él y tomó aire- No te vayas todavía, yo también quiero estar ahí cuando hables con ella. También quiero escuchar lo que te dice. O sea, acaban de decirnos que tú y yo somos mellizos, eso es hasta ahora lo más raro que he escuchado, y sí, quiero estar ahí. Pero, no tengo auto. –Ethan se le quedó viendo por unos segundos sin decirle nada. Estaba tan desconcertado que lo último que le importaba en ese momento era Luna, solo quería llegar a casa de su madre y hacerle frente-

—¿Vas a venir conmigo? –Preguntó con seriedad-

—Si me dejas.

—Sube al auto. –Le abrió la puerta y dejó que subiera, luego subió él en completo silencio. Luna se sentía un poco incomoda, no era para menos, toda esta situación era bastante fuerte-

—¿Cómo te sientes con esto? –Ethan volteó a mirarle-

—¿Cómo crees que me siento? Me acaban de decir que existe un multiverso, que estoy en otro mundo que no es el mío, pero que en todos esos otros mundos tengo hermanos que ahora están aquí, que resulta tengo una hermana melliza. Y lo peor de todo, que resulta que mi padre es Stephen Strange, un hechicero ¿Cómo crees que me siento? –Luna se quedó en blanco ¿Qué podía decir al respecto? – Solo quiero llegar y que mi madre me dé respuestas de todo esto, que me diga si es una broma o es real.

—Te noto alterado. –Ethan le recriminó con la mirada- ¿Te molesta saber que yo soy tu hermana?

—No, o sea, no te conozco, no puedo juzgar al respecto, es solo que… Olvídalo, el punto es ¿Por qué tú lo tomas tan natural? –La rubia suspiró-

—Porque para mí es relativamente normal. Tengo conocimiento del multiverso, tenía la idea de que posiblemente en otras tierras tuviese familiares, solo que esto es un poco más complicado, no sabía que el multiverso podía implosionar y convertir, qué sé yo, cinco tierras en una sola, es una locura. También imagino que debe ser muy fuerte para ti descubrir así quien es tu papá.

—No quiero ni hablar de eso. –Su tono era frío, seco. Negó y arrancó el auto-

Afuera, tanto Jor como Sylene iban hacia el auto de él. Ambos estaban bastante tranquilos, ella un poco más alterada, pero en comparación a los demás, estaban muy serenos. Antes de abrir la puerta, Sylene se quedó parada al lado del auto, con la mirada perdida.

—¿Qué pasa?

—No sé, estoy tratando de analizar la situación antes de cometer una locura.

—¿Ir a hablar con nuestra madre es una locura?

—Con la situación como está, es posible que lo sea. Creo que ninguno está centrado, ninguno está pensando racionalmente. Por lo menos yo no lo estoy, es evidente que este chico, Ethan, tampoco lo está. Bueno, pobre de él, lanzarle todo de una vez, eso es horrible. Yo sé que tú tampoco estás muy relajado, te siento tenso. –Jor torció la boca- Aquí a la única persona que siento realmente serena es a… A él –Gritó al ver a Alexander- Tu, tu eres el único que está muy tranquilo con todo esto. –Él se le quedó viendo-

—¿Me hablas a mí? ¿A mí? –Se apuntó a sí mismo-

—Sí, es contigo De Niro. –Alexander dibujó una mediana sonrisa- ¿Vas a ir también?

—Sí ¿Por qué no? Al final, es mi madre también. –Encogió los hombros a la vez que Sylene abrió la puerta trasera del auto de Jor, este se le quedó viendo, ni le había pedido permiso. - Ah no, pero con ustedes no voy. Yo me voy en mi auto. –Hizo un gesto con la mano en su frente, como despedida y siguió caminando. Sylene se quedó en el aire-

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