EFFLORESCE - NAMJIN - FANFIC

Capítulo 6

Pov Yoongi

Escucho el teléfono de Seokjin sonar, por cada llamada que entra y no es contestada, mi corazón se encoje una vez más, desde que lo sentí en el supermercado lo supe, pero no era algo que quisiera aceptar.

Tan luego regresé al departamento he sentido ésta furia y enojo, no sé a que se debe, es un calor que me atraviesa de la cabeza a los pies, la imagen de sus ojos se reproduce en mis pensamientos a cada segundo, el color de la miel atrapándome por completo, él es todo lo que nunca he pedido, su mirada no tenía ni un ápice de maldad, pero ¿Por qué siento que será un tormento estar con él?, mi cuerpo quiere correr, refugiarse en sus brazos fuertes.

Es claramente menor que yo, pero aún en contraste con esa diferencia puedo estar seguro que me sentiré protegido en su compañía.

Éstas sensaciones son tan abrumadoras que me pesan en la boca del estómago, quiero vomitar, quiero gritar por sentir a mi corazón doler de esta manera.

Mis músculos llegan a doler de la fuerza que ejerzo para mantenerme en mi lugar, he escuchado a Seokjin dirigirse a su habitación, el teléfono ha dejado de sonar por fin, pero mi cabeza sigue con los gritos internos que no me dejan descansar.

Vuelvo a llorar, el sentimiento en mi pecho se hace cada vez más fuerte, el dolor ha empezado a ser físico y por cada minuto que pasa me siento más débil, quiero avisarle a mi amigo pero no puedo siquiera pensar en formular una frase, me duele tanto el corazón que no puedo hacer nada más que sollozar.

Mi omega revolotea desesperado, el problema de estar tan en sincronía y ser uno mismo es que cada cosa que el siente por más mínima que sea, yo la percibo a la décima potencia.

Han pasado tal vez horas, y mi cuerpo empieza a inhibirse, me siento relajado por fin, pero no puedo pensar en nada más, sino en el cálido aroma de la madera que me envuelve.

En una esquina de mis recuerdos existe una pequeño lobo marrón, en una esquina del parque Central de Tokio existe un pequeño lobo marrón.

Recuerdo que en ese entonces yo era más pequeño que tú, el lobo marrón por el que fui atraído, te miré y tu me miraste, te deseé cuando mis pequeños dedos acariciaron tu pelaje.

"Me siento muy bien, que bien me siento".

Pasé horas tocando tu pelaje, de cualquier manera que yo quisiera, no sabía el significado en ese entonces, era un pequeño y tonto niño.

Pero era tan feliz con sólo mirarte.

Recuerdo que al principio de mis días de escuela primaria, cuando mi altura se volvió más alta que la tuya, me aparté de ti, sólo eras una pequeña bola de pelos, no me di cuenta de cómo te estaba descuidando, incluso entonces no sabía el significado.

Aunque siempre me seguiste y defendiste, yo no sabía que ese sería el final.

No te vayas.

Dijiste que no me preocupara, que podía dejarte, que lo haría bien por mi cuenta, pero recordé cuando te conocí por primera vez, la sensación de sentirme completo, este no es el final, dijiste, no te sientas mal por mi, que nos encontraríamos de nuevo de alguna manera u otra forma.