Actualidad.
Un grito, ya conocido, resonó en los oídos de JungKook y Jimin quienes abrazados comenzaron a moverse en la cama que compartían soltando un suspiro cansado.
—Te toca. — murmuró adormilado JungKook. Jimin bufó.
—Pero..
—Yo fui la vez pasada.
—No puedo creer que esto esté pasando. — comenzó a quejarse Jimin mientras se sentaba en la cama con pereza —¡Encima son las tres de la madrugada! — exclamó mirando el reloj junto a la cama.
—Si, bueno. — murmuró JungKook y se acomodó boca abajo para seguir durmiendo.
Jimin rodó los ojos y se levantó de la cama. Salió de la habitación y cruzó el frío y oscuro pasillo de la ahora residencia para niños descapacitados intentando no chocar con ninguna caja hasta llegar a la habitación de Minho, su hijo. Entró y lleno de paciencia se sentó a la orilla de su cama. Corrió la manta con la que el pequeño de tan sólo ocho años de edad se cubría hasta la cabeza y le acarició la mejilla.
—¿Qué sucede ahora, cariño?
—Están afuera, escucha. — murmuró Minho.
Jimin cansado del asunto, lo arropó en la cama y le miró fijamente.
—Ya, a dormir.
—¡Papi, no! — exclamó puchereando.
Jimin hizo una mueca y se acercó a la ventana de la habitación.
—Ya entiendo, Tata y Chimmy se quedaron afuera otra vez. — abrió la ventana y suspiró cansado —¡Vamos, entren!
Luego de darles esa orden a los amigos imaginarios que acompañaban a Minho desde pequeño cerró la ventana y sonrió.
—Listo. — dijo Jimin dando por terminado el asunto.
No le molestaba que su hijo tuviera amigos imaginarios, de hecho le parecia tierno, normal y nada de que preocuparse, ya que a medida que Minho creciera se iría despegando de aquello, pero a veces aunque no lo quisiera admitir llegaba a ser algo agobiante tener que seguirle la corriente a su hijo con amigos que no existían.
—¿Hijo, no crees que ya eres un poquito mayor para estas cosas? — le reprochó Jimin sentandose de nuevo a la orilla de la cama.
—Papi, cuando vivías aquí de niño, ¿no tenías miedo?
—No, era imposible tener miedo en esta casa, eramos un montón en la habitación. Yo compartía cuarto con ocho pequeños. Además el faro nos iluminaba toda la noche.
—¿Había un faro? — preguntó Minho sorprendido.
—Si y sigue estando, sólo que ahora no funciona. — dijo algo agotado, el sueño lo estaba venciendo, Jimin no tenía energías —Mañana cuando bajemos a la playa te lo enseño.
—¿Y por qué no funciona el faro? — preguntó curioso.
Jimin cansado de tanta charla y con ganas de ya irse a dormir, decidió inventarle una historia extraordinaria a su hijo para ponerle punto final a su curiosidad.
—¿Me guardas un secreto? — le preguntó Jimin y Minho asintió —El faro si que funciona, sólo que su luz es invisible y nos cuida de todos los peligros.
—¿Cómo que es invisible?
—Ya, mira~ — Jimin tomó a Minho de la cabeza y lo hizo mirar hacía la ventana, luego agarró un reloj de plata a escondidas y causó que gracias al material del reloj se proyectara un destello en el faro como si éste hubiese iluminado el lugar. Minho sonrió encantado. —¿Ves?
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El Orfanato ➳ KookMin
FanfictionJimin junto a Jungkook, su marido, deciden comprar el orfanato en el que pasó su infancia con el propósito de restaurar el edificio abandonado y reabrirlo convertido en una residencia para niños discapacitados. Una vez allí, descubre que el viejo lu...