Tristeza de verano; JJ Maybank

Capítulo cinco

Un fuerte ardor y el zumbido en ambos oídos hicieron que Katniss abriese los ojos. Por auto reflejo, llevó su mano a la mejilla. La tenia caliente, de aquí venía el ardor. Levantó la mirada, su padre se encontraba frente a ella, al parecer gritando. Katniss no lograba comprender bien lo que decía, lucia cómo si estuviese murmurando sino fuera porque en su cara se le nota la furia con la que escupe cada palabra. Aturdida, estaba aturdida. Menuda forma de despertarme, papá.

- No te oigo - Le avisó. 

El señor Barry frunció el ceño, cruzándose de brazos. Katniss removió sus orejas en círculos para intentar que el molesto zumbido se vaya, cosa que funcionó y entonces, lo volvió a mirar.

- Habla - Le ordenó ella.

El se acercó y tomó su mentón.

- ¿Ahora me escuchas maldita zorra? - Preguntó, sarcástico.

Katniss cerró sus ojos al sentir el tacto de su mano. Asintió y este la soltó, volviendo al lugar de antes.

- Esperaba que no aparecieras pero veo que se te hace imposible. Dime una cosa, ¿Esos niños son amigos tuyos? ¿Querían rescatarte o algo así? - Soltó una carcajada - Me asombra que estés aquí la verdad, pensé que ante tal oportunidad, aprovecharías e intentarías volver a escapar.

¿Amigos míos? Si de quien escapé fue de aquel rubio y no de el!

Ella negó con la cabeza y su padre se removió.

- Pues, que mal. En tu lugar, yo hubiera huido - Levantó ambos hombros y se abalanzó contra Katniss. 

Ella se queda hecha un ovillo, presionando fuertemente sus ojos y cubriéndose el rostro con las manos. El miedo la vuelve a paralizar. Le cuesta respirar y se le cierra la garganta. Barry la toma del pelo y hecha su cabeza hacia atrás, dejando al descubierto el rostro de una Katniss atemorizada. El dolor en el pecho aparece, sus palpitaciones son aceleradas y está esperando lo que su padre siempre le hace; cruzarle la cara de un bofetón.

- ¿Cómo carajos recuperaré ese dinero ahora, eh? Gracias a ti, maldita hija de puta, mi negocio está yéndose al carajo! Sabes... ¿Sabes qué pasará contigo ahora? Tu vas a joderte! Eso es, te has jodido a ti misma! - Y suelta una carcajada - No comerás hasta que yo recupere el dinero! - Le afirma mientras su risa resuena por toda la habitación - Mierda, ni siquiera dejarte sin comida me alivia la ira que siento contra ti ahora - El vuelve a pegarle. Ella vuelve a sentir ardor en su mejilla. 

Katniss suelta un grito ahogado cuando la mano de su padre impacta contra ella, le ha dolido de verdad. Incapaz de abstenerse más, deja salir las lágrimas.

- Oh... Vamos hija! Deja de lloriquear! - Le grita. Sus ojos se encuentran. El tiene la misma mirada de siempre; feroz y llena de odio.

Se acerca y tira de ella sujetándola por el brazo izquierdo para que se levante. Le da una fuerte sacudida y la empotra contra su ropero. Ella cae de costado al suelo y choca directamente las puertas de este. 

No se mueve, no se cubre. Solo fija la vista en la pared blanca que tiene frente a ella, esperando más golpes de aquel monstruo que tiene como padre. Estaba entregada, sin fuerzas para defenderse y lo bastante adolorida como para protegerse.

Barry la toma por el hombro y la suelta en el medio de la habitación. Se pone sobre ella y vuelve a abofetearla.

- ¿Sabes cuanto dinero han robado aquellos imbéciles por culpa tuya? ¿Lo sabes? Veinticinco mil putos dólares, zorra!

Y cuando Katniss ve la forma en la que está la mano de su padre, rápidamente cubre su rostro y vuelve a hacerse un ovillo.

- No, nena, no. Te has equivocado si crees que tu cuerpo debilucho me detendrá. Ah! Qué miedo! Qué miedo! - Y se ríe - Sabes que no puedes evitar esto, te lo has buscado - Gira a Katniss, de manera que su cuerpo ahora esta del lado izquierdo - Deja de cubrirte ya, lo haré de todas formas.