Capítulo quince

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JJ.

Y acto seguido me dio la espalda y me dejó solo aquí, apoyado en esta moto y viendo como se escabullía dentro de su cuarto.

No podía hacer nada, no sin volver a cagarla y lo cierto es que ya le demostré cuán estúpido puedo ser, con eso fue suficiente.

Me vuelvo y encaramado en el asiento, prendo el motor y cuando se hace presente, acelero, girando hacia la izquierda para ascender por el asfalto.

Estoy enojado. Enojado con Shoupe, con ella y conmigo mismo. Estoy enojado porque no hace una semana que la conozco y me siento un puto niño de trece años con todos sus sentimientos a flote. Estoy enojado porque no logro comprender como se me está metiendo en la piel y en lo más profundo de mi corazón. 

Si quisiera, podría culpar a todo el puto mundo por mi enojo. Podría culpar a mi padre por no estar conmigo cuando más lo necesitaba, o simplemente por no ser el típico padre que todo niño tiene. Podría culpar hasta mi amigo que ahora toda esta isla lo da por muerto, podría culpar a los policías, podría culpar a Ward y Rafe por estropearlo todo con su riqueza, podría culpar hasta esta joven menuda que entró en mi vida. Pero lo cierto es que, el único culpable de mi enojo, soy yo. 

Con el corazón acelerado y las ganas de partirle la cara a alguien, bajo la velocidad para estacionar frente a la cerca de la casa de John B.

Cuando estoy dentro, Pope y Kie están sentados a la mesa.

- Y bien, ¿Qué haremos ahora que somos libres? - Digo apartando una silla y poniéndola al revés, de forma que el respaldo hace que tenga una pierna de cada lado.

- ¿Qué sugieres que hagamos? Porque por el momento, no tenia pensado nada - Me responde Kie.

Riéndome y negando con la cabeza, me rasco la barbilla y respondo.

- Pues, lo que corresponde. Buscar a John B.

- Ah, si... ¿Y como pretendes que lo hagamos? - Ella frunce el ceño - Porque según toda esta isla, JB y Sarah están muertos. A demás, dime algo JJ, ¿Crees que por no ir a la cárcel, Shoupe no nos tiene en la mira? - Pregunta con voz burlona.

Me muerdo el labio inferior, inverosímil.

- ¿Y tu vas a creerle a toda esa gente? - Ahora yo frunzo el ceño - ¿Acaso alguna vez nos importó que la policía esté detrás de nosotros? ¿Acaso crees que John B está muerto? Vamos Kiara, no me hagas reír.

- Pues... ¿Sabes lo que yo creo, JJ? Creo que estás rehusado a aceptar la realidad! ¿O verdaderamente crees que ese barco pudo aguantar la tormenta? - Pregunta incrédula y sus ojos se cristalizan.

Golpeo con el puño la mesa.

- Pues si Kiara! Claro que creo que logró sobrevivir! - Y me levanto tan bruscamente que la silla tambalea - Carajo, hasta podríamos ir ahora mismo a buscarlo - Le reprocho y apoyo el brazo izquierdo en la biga de madera, mirando hacia fuera.

- ¿En qué carajos estás pensando JJ? - Escucho que me espeta Pope, levantándose también - ¿Quieres que nos atrapen y nos vuelvan a joder?

Me vuelvo y siendo incapaz de retenerme, dejo que la ira salga por cada uno de mis poros.

- Si eso significa que no quieres correr el riesgo, bien! Pero algo que debes saber - Estoy tan cerca de él que puedo sentir su respiración - Lo buscaré con o sin su ayuda - Le advierto señalando su hombro con el indice derecho.

El viento que me golpea cuando salgo me desordena las ideas pero no me detiene. Cuando estoy frente al HMS Pogue, saco algunas hojas que tiene dentro y voy a la parte trasera para verificar que esté en condiciones. Miro al cielo, está despejado y los destellos del sol dan en la pintura blanca de nuestra queridísima lancha. No habrá problemas.

- ¿JJ qué haces? - Grita Kie, posiblemente caminando hacia aquí.

- Como dije, si ni tu ni Pope están dispuestos y le temen a la policía, yo mismo me encargaré de esto - Y subí para sacar la suciedad.

- ¿Y qué piensas que encontrarás? ¿Crees que hay esperanzas? - Me espeta con los brazos en jarra.

Mi voz retumba por estar encorvado, recogiendo ramas.

- Oh, no lo sé, supongo que si. A veces ocurren cosas raras Kie.

Y no escucho ni veo lo que hace porque ahora estoy empujando el gigantesco cacharro hacia el agua. Cuando siento que está flotando, lo sujeto al cabo de amarre y me vuelvo para buscar las gafas de protección.

- JJ, espera a que todo se calme un poco, cálmate tu, no puedes ir así - Habla Pope, siguiéndome hacia la habitación de JB.

Hago caso omiso y cuando tengo lo que quiero, vuelvo a salir.

- Nos vemos - Los despido, llevando la mano derecha con dos dedos juntos hacia la sien.

A pesar de que me costó mil demonios acordarme dónde dijeron que los habían visto por última vez, ahora, estando aquí, quizá debajo del barco de mi padre o a punto de encontrar los restos de este, me preparo mentalmente para aceptar cualquier indicio. Fueron los minutos mas estremecedores pero, por lo menos, produjeron el efecto de que tome una decisión. Es preferible acumular todos los sufrimientos en un mismo día.

Bajo las gafas a mis ojos y me saco la musculosa blanca. A zambullirse.

Voy quitando el agua de en medio con los brazos y me adentro mas en el fondo. Tengo que moverme demasiado rápido si quiero encontrar algo antes de morirme ahogado así que me ayudo con las piernas.

Por el color de estas gafas me es difícil ver con claridad. Me desespero cuando siento que el aire se me acaba, carajo, solo apúrate.

Quito mas agua de mi camino y mientras mas me adentro, mas me cuesta aguantar, cada vez siento la opresión en el pecho mas fuerte. Y cuando estaba a punto de tirar la toalla, maderas pintarrajeadas de un azul oscuro se hacen visibles. Vamos hombre, no es tanta distancia. Aguanta.

Cuando alcanzo a tomar una, miro hacia mi izquierda para seguir el rastro y, efectivamente, allí estaba... El Panthom.

Carajo, carajo carajo! Mis pulmones van a explotar por la presión que hago para aguantar, me muevo con ayuda de mis piernas y brazos, sacando agua y haciendo esto menos insufrible. 

Llego a él y mis manos lo tocan, los movimientos son incomprensibles hasta para mi, no sé si estoy buscando a mi amigo o indicios que me indiquen que logró escapar. Aunque solo consigo levantarlo poco y nada, pues esto es mas pesado aquí debajo que en tierra firme. Siento como mi cuerpo me pide subir a la superficie, como siento que me quedaré sin fuerzas sino le hago caso. Así que con los pulmones a reventar, me impulso hacia arriba.

El alivio me recorre por dentro cuando mi cabeza es lo primero en salir. Inspiro bocanadas de aire y demasiado agitado, intento subirme al HMS Pogue pero mis brazos flaquean. 

Mi cuerpo choca contra el suelo de este y puedo sentir como el pecho sube y baja acelerado. Me froto la cara con las manos y cierro los ojos, trago saliva y dejo pasar unos minutos. Casi muero por nada.

Me río por la estupidez que acabo de pensar y reincorporándome, dispuesto a volver para la casa de John B, el motor comienza a hacer un ruido extraño. 

- Y ahora que sucede - Maldigo en voz alta, dirigiéndome a la parte trasera.

Encorvado y toqueteando, ahogo un grito cuando algo afilado me roza el dedo.

- ¿Pero qué... - Y no puedo terminar porque consigo sostener una lata de comida entre mis manos, lo que alcanzo a leer me deja en blanco.

"Comida enlatada... Propiedad del barco pesquero... Nassau" 

  



Tristeza de verano; JJ MaybankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora