Abrí mis ojos con sorpresa, pero a la vez también felicidad, una felicidad extraña que no lograba entender del todo. El muchacho me recorrió el rostro con los ojos, y por un momento vi preocupación brillando con fuerza en ellos. Una chispa de alivio recorrió mi rostro. Estaba apoyado sobre la puerta, de brazos cruzados, mirándome con esos ojos color miel penetrantes. Me costó un gran esfuerzo no apartar la vista. La anciana rió y yo dirigí mi mirada hacia ella, con el ceño levemente fruncido, pero no me atreví a preguntarle, simplemente me encogí y tirité. En ese instante el chico murmuró con voz dura:
- Que hacías sola en el bosque de las sombras— no era en absoluto una pregunta, estaba molesto— Si hubieras estado unos minutos más la Sombra te hubiera matado, ella era la que te susurraba que siguieras adelante, que no pararas.
Bajé un poco la cabeza, avergonzada, pero tampoco sabía de la existencia de esa criatura y ni de ese bosque, ni si quiera sabía donde estaba y solo me acordaba de mi nombre y... mis padres. La mirada del chico se relajó, pero el enfado todavía seguía presente en sus ojos color miel.
- Lo lamento, no quiero que os preocupéis, y que menos me cuidéis.
La anciana negó con la cabeza mientras una sonrisa pequeña se dibujaba en sus labios resecos.
- Tu te vas a quedar aquí hasta que tus heridas sanen, y cuando te sientas segura, te podrás ir, pero hasta entonces puedes quedarte todo el tiempo que desees— su voz era muy dulce y suave, como un susurro— Me llamo Amira, y soy la jefa de la aldea y protectora de la luna. Y ese muchacho de ahí— y señaló con un dedo arrugado al chico lobo— es mi hijo, Satter.
Satter me dirigió una sonrisa perezosa mientras se alejaba y salía del tipi, pero yo abrí la boca y dije:
- Espera, ¿ a donde vas?
Amira me colocó una mano en el hombro, estaba cálida y era reconfortante. Escuché una leve risa desde fuera. Miré a los ojos a Amira y vi que eran preciosos, de un color avellana muy intenso, con espirales verdes.
- Va a enseñar a las niñas y niños, a enseñarles a cazar, y sobrevivir para las pruebas del fuego.
Quise preguntar que eran las pruebas del fuego, pero no lo vi necesario,simplemente observé la tela desgarrada del tipi moverse de un lado al otro a causa de las fuertes ráfagas de viento. Abrí la boca, pero la cerré de nuevo, pensándome mejor.
- Ve con el, si es lo que quieres.
- ¿ De veras?
Asintió con la cabeza mientras volvió a sonreír de una manera que me hizo sentir muy bien. Me levanté de la cama, segura de mí misma y me coloqué el cabello negro revuelto, y anduve fuera del tipi, sintiendo la mirada serena de Amira posada en mi todo el tiempo, pero no me hizo sentir incómoda, para nada.
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Claire y el lobo
AdventureClaire es una chica que se despierta en medio de unas montañas heladas, y no sabe nada y no se acuerda de nada, solo de su nombre y de sus padres, de lo que sucedió antes en su vida no. Tendrá que averiguar su pasado para descubrir cosas que la hará...