Llevé a Satter hacia la cabaña y lo tumbé sobre la cama con prisas. Revolví la estantería al lado de la cama y cogí vendas para taparle la herida. Cuando las cogí, Satter estaba con los ojos entre abiertos, y me miraba sin parar. Le rodeé las caderas con cuidado de no hacerle daño. Llevaba la camisa puesta, y tuve que quitársela para poder colocarle mejor las vendas. El no se quejó. Tiré la camisa con un manchurrón de sangre reciente sobre el suelo, fui envolviéndole la mitad de la espalda con vendas, y cuando terminé, apreté un poco un hilo que salía para acabarlo del todo. Le cogí la cabeza con una de mis manos y se la coloqué con cuidado sobre la almohada. Jadeó un poco y tosió con fuerza. Tenía el cabello manchado de arena y la cara estaba llena de heridas con sangre. También pude observar un gran moretón sobre su tripa. Apreté mis puños a los lados, y no pude evitar llorar. Satter levantó la mirada.
- Todo esto es mi culpa, todo... —sollocé mientras me temblaba un poco el labio— si no te hubieras puesto delante para protegerme... No te hubiera dañado, no estarías así.
Satter mantuvo la cabeza sobre la almohada, pero mientras me miraba me dijo:
- Solo quería protegerte.
-¡Pero no pongas tu vida en riesgo por la mía!
Vi como me miraba, dolido. Cogí un cubo de agua que estaba al lado de la cama y rellené mis manos con un poco, y se lo rocié sobre el cabello, para lavárselo. Hice lentos círculos sobre su cabeza y el agua se escurría resbaladiza entre mis dedos.
- Lo lamento, no quería hablarte así.
Seguí con el masaje, y el no dijo nada, estaba con los ojos cerrados , manteniendo el silencio. Cogí más agua y se la eché de nuevo sobre el cabello. La arena había desaparecido. Me senté en el borde de la cama y acaricié su pelo mojado. Había unas gotitas cristalinas en los mechones castaños.
Me brillaron los ojos. Entonces, me levanté para dejarle dormir, pero el estiró el brazo y cogió mi mano con la suya. Estaba áspera, los callos de sus dedos me hicieron cosquillas. Por un momento pensé haber visto anhelo en sus ojos, y los tenía un poco rojos. Estaba apunto de llorar. Sonreí dulce.
- Quédate... Por favor—suplicó—No quiero estar solo.
- No hay sitio en la cama.
Sonrío perezoso y sarcástico, y me puse muy contenta al verle sonreír, sobre todo porque desde que le conocí no me había dedicado nunca una sonrisa. El se echó a un lado, pegándose a la pared, y yo me tumbé en el otro lado, quedándonos cara a cara. Me encogí y tirité un poco.
- ¿Tienes frío? —preguntó.
Asentí un poco con la cabeza.
- Ven.
Me acerqué un poco más, y estábamos compartiendo al aire. Me rodeó la cintura con sus dos brazos musculosos y me abrazó con fuerza. Seguía todavía sin camisa, por lo que pude sentir mucho más el calor abrasador que desprendía. Colocó su cabeza en el hueco de mi cuello y sentí su aliento sobre mi nuca. Intenté rodearle con mis brazos, pero su espalda era muy ancha. Pasé un dedo por los músculos duros de la espalda, con cuidado de no hacerle daño en la herida tapada con la vendas. Se estremeció un poco, y yo quité el dedo. Me puso la palma de sus manos fuertes debajo de las rodillas y puso mis piernas alrededor de sus caderas, y yo puse mis pies por debajo de la venda y apreté un poco, para no caerme, pero él mantenía su agarre en mi cintura con delicadeza y dulzura. Todavía tenía la cabeza en el hueco de mi cuello, y respiraba entrecortadamente. Me costó un gran esfuerzo no tocarle de nuevo. Sentí como besaba mi clavícula, y el tacto de sus labios hizo que un temblor recorriera mi columna vertebral. Tenía el corazón alocado debajo del pecho, y pude sentir su pulso acelerado también debajo de su caliente piel contra el mío. Recorrió el borde de mis caderas con sus dedos y tensé un poco mi espalda. Me ardían las mejillas, y fui a decirle algo, pero él solo me apretó más contra el, y se quedó dormido.
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Claire y el lobo
AdventureClaire es una chica que se despierta en medio de unas montañas heladas, y no sabe nada y no se acuerda de nada, solo de su nombre y de sus padres, de lo que sucedió antes en su vida no. Tendrá que averiguar su pasado para descubrir cosas que la hará...