Claire y el lobo

Capítulo 13

La verdad no sabía como habíamos acabado en esta situación, cuando antes lo único que pretendía Kyle era acostarse conmigo. Pero yo me dejé llevar por mi instinto y me lancé a por el con las patas de pelaje negro brillante y las garras afiladas brillando al final con sed de sangre. El lo esquivó sin problemas, como si estuviese realizando una danza majestuosa, siguiendo los pasos sin fallar, sin tropezarse una sola vez. A mi me llevó la furia al verle tan tranquilo y gruñí enseñando los dientes afilados como navajas. Mi pelaje brillaba con fuerza por la luz del sol que vino después de la fuerte tormenta. Esta vez fui mas sigilosa, y caminé de lado, mirándole de reojo con los ojos verdes rabiosos,  lo suficientemente separada para que no me dañara con su espada que estaba intensamente iluminada y cegó mi vista. Estaba atento a todos mis movimientos, no me perdería de vista, y creo que lo único que estaba haciendo era perder el tiempo. Me lancé de nuevo, más rápidamente, pero me encontré elevada en el aire, con el filo de la espada, atravesando mi pecho.  Me miró fríamente a los ojos y sonrió cruel. Quitó la espada de un tajo, y yo me caí al suelo con estruendo. Caí en mi forma original, y me abracé las rodillas. Miré mi abdomen. Estaba empapado de sangre roja color rubí. Se me pegó a la piel y la sangre no paraba de salir de la terrible herida que me había hecho. Puse una mano sobre ella para intentar detenerlo, y gemí de dolor. No paraba de jadear y respirar entrecortadamente, me estaba empezando a faltar el aire. El se agachó y agarró mi garganta con una de sus manos y me levantó en el aire, con una fuerza sorprendente. Abrí mucho los ojos por la falta de aire que me golpeó como un puño, pero no me resistí. Sonreí un poco, débilmente. Vi como apretaba mas con los ojos furiosos, fuerte y yo tosí con fuerza.

-Adelante... —gemí— Hazlo, mátame, y disfruta viéndome morir.

Me miró seguido durante un largo rato y los ojos le brillaron con maldad y diversión. Un hilo de sangre recorría mi frente, y tenía las piernas doloridas con pequeñas heridas. De repente, sentí como iba soltando poco a poco el agarre, y yo me caí al suelo. No. Mas bien unos fuertes brazos me agarraron debajo de las rodillas y sostuvieron mi espalda, con una mano apretando levemente en la herida. Yo conocía ese roce. Satter. Me lo encontré mirándome con una mirada tan preocupada y enfadada que no podía describir con palabras. Tenía los ojos miel escociendo cuando observó mi estado. Cuando miró la herida resaltando en el medio de mi abdomen. Me agarró mas fuerte contra el. Vi a Kyle tirado en el suelo. No estaba muerto, solo desmayado. Yo puse mis manos alrededor del cuello de Satter para no caerme, pero me detuvo.

- No, no te muevas, no hagas ningún tipo de esfuerzo.

Eso no fue una petición, sino una orden. Y yo la obedecí sin rechistar. Asentí con la cabeza, y apoyé la cabeza sobre su hombro, y sentí como plantaba un beso sobre mi cabello, y cerré los ojos, centrándome solo en su calor.

Desperté tumbada sobre la cama, con el abdomen vendado completamente, y una mancha de sangre seca estaba ahí. Estaba curada. Miré a mis lados y me encontré a Satter, sentado en una silla, delante de mi, dormido, con las piernas estiradas y el cabello desordenado. El... había esperado a mi lado esperando a que me despertara. Mis ojos grises se iluminaron de una manera intensa. Me acerqué un poco a el y le puse la mano sobre la mejilla, y acaricié sus sienes con el dedo pulgar mientras sonreía. El abrió los ojos, y me miró intensamente, feliz de verme curada. Puso su cabeza entre mis pechos y respiró hondo. Puso una mano en mi espalda.

- Me alegro tanto que estés bien... 

Sollozó un poco. Le acaricié el pelo para que no temblara.

- Lo siento

Me miró a los ojos y yo me perdí en su mirada mientras decidí hablar seriamente con el