Capítulo 18

15 4 0
                                    

Cuando pensé que iba a morir estampada contra una roca, no fue para nada así, para mi sorpresa. Me encontraba planeando, en un cuerpo mucho más pequeño que el mío, con una hermosas alas blancas y marrones a cada costado de mi cuerpo. Satter tenía razón. Me había concentrado y lo había logrado, era un águila imperial, con ojos verdes letales y crueles. Volé con una potencia y energía increíble, agitando las alas sin parar, y observé un guacamayo azul siguiéndome por detrás. Era él. Solté un gritito de felicidad saliendo de mi pico amarillento y afilado y aminoré el vuelo, esperándole. Llegó en cuestión de segundos y volamos  juntos, el a mi derecha. Un gran vacío se extendía a nuestros pies, pero no sentía ningún tipo de miedo. Seguimos volando, despacio y sin prisas, con el sol cayendo sobre nuestros cuerpos cubiertos con plumas extremadamente suaves y largas. Gorgoteé y di una vueltas alrededor de el. Era una sensación maravillosa, todo era mucho más relajado y menos estresante. Cuando ya nos sentíamos cansados, nos posamos sobre la rama de un grueso y resistente árbol que colgaba sobre el barranco delante de nosotros. Se posó el primero, y se sentó en la gruesísima rama en su forma original. Yo hice lo mismo después de el. Tenía las piernas colgando sobre el vacío, pero ya no sentía pánico. 

-Me ha encantado.

Él sonrió arrogante, restregándome que el tenía razón y yo no. Yo le mandé una mirada asesina, pero tenía razón, en realidad, y no me gustaba admitirlo. Puso la cabeza sobre el tronco y me acercó a él.  Yo aspiré su aroma y sonreí contra su cuello. Planté un beso. 

-Ahora podrás transformarte en un águila todas las veces que quieras.

Me sentí contenta al escuchar eso.

-Lo haré todas las veces que quieras volar conmigo.

-Entonces lo tendrías que hacer todo el rato—se rió entre dientes y su aliento me hizo cosquillas en el rostro acalorado, tenía las mejillas rojas por el calor.

-¿Recuerdas cuando estabas entrenando a los niños y yo te pregunté por Lyah?

Asintió con la cabeza.

-El otro día la vi luchando contra el chico de los ojos verdes, es impresionante.

- Lo es, y Kai es increíble con  la espada, pero Lyah siempre le vence.

Se quedó serio por ese comentario.

- Me parece que Lyah y Kai no van a poder participar en las Pruebas del Fuego este año...

No pregunté, pero el no pareció darse cuenta de ese simple detalle. Lo que me recordó:

- Yo...

 El pareció muy interesado por lo que iba a decir.

- Me gustaría quedarme, me gustaría... —dudé en decir esas palabras, no sé si sería demasiado pronto o arriesgado para decírselo, pero no me acobardé y murmuré con voz temblorosa:— Quiero realizar las Pruebas del Fuego. 

Claire y el loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora