IV

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Narra Willy

Estaba dando vueltas en mi habitación con muchas preguntas en mi cabeza y sin respuesta a ellas.

—¿Que fue lo que pasó en el piso se abajo?... —mi mente repasaba los hechos de nuevo y más preguntas se formaban; las respuestas a el por qué Vegetta estaba aquí y estaba ¿Enojado? con Fargan. Mi mente recorría el camino que marcaron mis recuerdos hasta llegar a aquella pregunta de Fargan.

"¿Tuviste lindos sueños?"

El simple hecho de recordar aquellas palabras creo en mi una serie de emociones que se combinaban y me confundían; era ¿vergüenza? Pero tenía toques de ¿Emoción? Mis manos temblaban un poco, mis mejillas estaban calientes, en mi garganta se formaba un nudo y mi corazón hacia eco en mi cuerpo.

"La verdad si fueron lindos sueños o al menos para mí, ya que estaba recibiendo caricias muy placenteras de parte de mi hermano oscuro. Pero ¿Porque dijo eso? ¿será que hable dormido y dije su nombre? Joder, ¿Y si gemí su nombre?
Por favor que me equivoque...
Mejor me voy a dormir"

Inhalé y camine hacia mi cama ignorando todo, dando la orden de que mis piernas de que se muevan; al llegar me recosté y cubrí todo mi cuerpo con las mantas convirtiendo en ajeno lo sucedido hace instantes, hasta que la oscuridad reino en mis ojos y mi cuerpo cayó en un sueño profundo.

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Un aroma llegó a mi despertándome; la luz se filtraba por lo espacios entre las hojas que cumplían la función de ventanas, ya es de día. Frote mis ojos y dejé salir un bostezo mientras me incorporaba en la cama, mi estómago rugió y olí el aire a mi alrededor entre los olores que llegaron a mi los más destacados fueron Huevos y tocino.

Me deje llevar y camine descalzo por la habitación para ir a mi cocina; subí por el ascensor y mire por las pequeñas ventanillas de la puerta. Fargan estaba de pie al frente de la isla del centro, dando la espalda a la puerta. Tenía su uniforme de policía y algo de ¿colores? en las manos; le miraba con la curiosidad de saber que estaba haciendo.

—Buenos días, ya puedes entrar. —dijo sin mirar en mi dirección, me sorprendió y me puse un poco nervioso por qué después de todo, le estaba espiando. Pero, ¿Cómo sabía que estaba allí?

—B-buenos días... —respondí entrando lentamente sin dejar de mirarle. Camine rodeándole mientras él movía su mano a mi ritmo con la cosa de colores tratando de ocultarla de mi, eso solo me provocaba más curiosidad. Una vez a su lado puse mi mirada en la comida que estaba en la bandeja frente a él.

-¿Se ve rico? -me pregunto

Dirijí mi mirada a él y me fijé en que no tenía puesta su distintiva máscara, sus ojos de color amarillo quemado con toques miel miraban directamente a los míos, los tenía un poco más abiertos de lo normal, sus pupilas estaban dilatas y sus labios dibujaban una enorme sonrisa.

—S-si... —susurre sin dejar de mirarle

"¿Desde cuándo se ve tan lindo?"

Me sonroje por mis pensamientos y fui hacia el fregadero dándole la espalda. Mire por un momento el suelo y...

"¡Joder, aún estoy en pijama!"

Salí corriendo de la cocina rumbo a la habitación para ponerme un poco decente. Abrí las puertas de mi closet y vi el reflejo de mi cuerpo.

"¿Cómo pude salir así?"

Tenía el pelo desordenado, la polera blanca tenía una mancha rojiza seguramente el dulce del postre de ayer; el pantalón estaba corrido y con una manga de este a la altura de mi rodilla mientras que la otra manga estaba rozando el suelo.

Causa Y Efecto [Willgan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora