Causa Y Efecto [Willgan]

XII

Narra Fargan

—¡Alto, policía! — la voz nos tomo por sorpresa y el tono tan característico nos dijo perfectamente quien era el policía a mis espaldas

Mire el rostro de Willy, sus ojos estaban abiertos al máximo, sus pupilas estaban dilatadas, su mano temblaba un poco apretando la mía; sabia que él estaba mirando esa misma expresión en mi cara. Mi mirada bajo al piso y contempló nuestras máscaras sobre el césped.

—¡Manos dónde pueda verlas y giraos lentamente!... — volvio a gritar el policía

"Mierda...
No nos pueden arrestar..."

Si Alexby se entera de que somos de la hermandad oscura nos vamos a meter en problemas muy serios y las consecuencias serían severas.

—Toma las máscaras... — susurre lo suficientemente bajo para que solo el albino frente a mi escuchara

Mi figura cubría a Willy lo suficiente para que el policía no viera que su cuerpo se estaba inclinado, la sombra de los árboles que rodeaban la zona detenían la poca luz de la luna y así el policía que presumo tiene su característico casco le será difícil ver nuestros movimientos; finalmente Willy se incorporó frente a mí, en sus manos descansaban las máscaras, con movimientos lentos me entrego la mía y así ambos comenzamos la acción de colocarnoslas.

—¡Eh! ¿Estáis sordos? ¡Que os gireis ahora! — no sé necesitaba conocer a Alexby para saber que estaba molesto, el sonido de balas siendo cargadas en la camara de un arma llegó a mi, no faltaba mucho para que mi compañero nos disparara. —¡Quietos! — grito cuando Willy bajo sus brazos después de acomodar su máscara y escuché como sus dedos quitaban el seguro del arma

"Willy"

Una explosión y cristales rompiendosen activaron una alarma en mi cabeza, me lance sobre mi pareja, envolviendole en un abrazo a la altura de su cadera y dejando su estomago descansar en mi hombro para cargarle, cuando sus pies dejaron de tocar el piso corrí hacia los árboles del bosque detrás del casino mientras escuchaba el sonido de disparos a mis espaldas y los gritos del policía demandando que me detuviera, poco a poco esos sonidos se comenzaron a hacer distantes siendo más fuerte el sonido de mi respiración agitada golpeando contra la máscara y el crujido de las hojas y ramas secas mientras se rompían bajo mis pies. Corría con Willy en mi hombro, sus manos tiraban del saco de mi traje y su voz me pedía que me detuviera, me decía que ya no había razón para continuar corriendo pues ya la policía no nos perseguía, le escuchaba pero mi cuerpo no se detenía, simplemente continuaba corriendo, de repente en una zancada mi pie no encontró suelo y nuestros cuerpos se precipitaron al vacío de la oscuridad en esa enorme grieta.

El cuerpo de Willy se tenso, un alarido salió de sus labios, sus dedos se apretaron y enterraron en la tela de mi traje, la sensación de vacío en el pecho nos envolvía haciendo que nuestras mentes caigan en las fauces de la incertidumbre mientras nuestros cuerpos eran cubiertos por la oscuridad cuando la poca luz de la luna dejo de existir en ese momento, mi máscara se desprendió de mi rostro dejando que el aire chocará directamente contra mi piel. En una chispa llegó la idea para salvarnos, mis brazos envolvieron el cuerpo de Willy y mis manos le apretaron buscando sostenerle para mantenerle a salvo, dos repentinas y fuertes punzadas se sintieron en mi espalda, la tela de mi traje se rasgo, nuestros cuerpos se detuvieron en el aire mientras seguían un ligero vaivén vertical, un sonido de aleteo apenas era perceptible cuando las plumas rompían la tensión del aire y las alas lo movian creando una resistencia a la gravedad, el cuerpo en mis brazos se movió un poco, sus pupilas continuaban dilatadas y su mirada era de confusión, lentamente comencé ascender de la grieta, sus manos apretaban aún mi ropa y sus ojos trataban de buscar en la oscuridad la respuesta del porque dejamos de caer; la luz de luna nos baño a ambos, sus ojos se abrieron y brillaron con asombro mientras recorrían las enormes alas oscuras que salían de mi espalda y se movian sutilmente en el aire, su mirada se centro en mí rostro mientras nuestros cuerpos se elevaban sobre las tímidas copas de los árboles de ese espeso bosque; una nube a nuestro lado se robó la atención de esos ojos achinados quienes al mirar hacia abajo se percataron de lo lejos que estaban del bosque y temblaron, sus piernas y brazos se apretaron en mi cadera y hombros respectivamente, mientras sus ojos se cerraban haciendo que la piel que los rodeaban se arrugara, su rostro se enterró en mi cuello y su espalda se irguio haciendo que su dorso se pegara aún más al mío, dejando claro que la altura le asusto. Reí tiernamente mientras le abrazaba con un poco más de fuerza y acariciaba con mis dedos su cuerpo oculto bajo esa delgada y ceñida camisa oscura.