Capitulo 4

146 20 4
                                    

— Entonces esto es un filete ¿cierto? —

— No me culpes a mi, chico. Yo solo preparé lo que tenías en el refrigerador, deberías escoger mejor los alimentos que compras en el super —

Comí una papa de mi plato y negué con burla hacia mi contrario. Había echo la cena velozmente, el menú fue filete de res con papas y ensaladas, pero los insumos que tenía "Zee" en su nevera parecían haber sido escogidos al azar, sin revisar tamaños, marcas, colores, etc. No me sorprenderia si algunos de ellos estuvieran caducos.

— Siempre he sido malo para las compras, por eso yo solamente lavo los platos.—

— ¡Oh santo cielo! ¿Cómo has sobrevivido todo este tiempo? —

Solté una ligera risa burlona, fue la última acción que hubo por parte de los dos antes de que todo quedara en silencio mientras comíamos. Unos minutos después, el habló.

— Cuéntame sobre ti ¿Tienes familia? —

Me llevé a la boca el último pedazo de carne que había en mi plato y asentí.

— Si y no. Más bien, solía ser cuidada por una señora pero ella falleció cuando yo tenía 17, así que tuve que ingeniármelas para ganar dinero por mi misma.—

— ¿Así que decidiste que ser prostituta era la mejor forma de ganar dinero?  —

Zee colocó sus codos en la mesa y entrelazó sus dedos, viéndome fijamente y con un ligero toque de enojo. Era gracioso porque, si me hubiera preguntado esto cuando era más joven, seguramente mi yo del pasado se hubiera lanzado contra el por creer que ser "dama de compañía" había sido mi única opción.

— Bueno, aquí es casi legal la prostitución, así que ¿Por qué no sacar provecho de eso? —

La respuesta que le di pareció haberlo molestado. Crucé los brazos y alcé los hombros.

— ¿Curioso acerca de algo más? —

Relajó a regañadientes su semblante y volvió a su expresión neutra.

— ¿Que hay de tus padres? —

— Me abandonaron. La señora que cuidó de mi dijo que unos adictos que pasaban por dónde ella residía me llevaban consigo y que me dejaron justo a un lado de su puerta. Triste historia ¿No lo crees? —

— ¿Solo eso sabes de ellos? —

— Jennie no quiso decirme nada más, dijo que no tenía que recordar a personas que no valían la pena, así qué solo eso sé de mi familia. —

Adopté su pose y formé una media luna con mis labios. Zee no dijo nada, terminó de comer y apilo nuestros platos para llevarlos al fregadero. Lo seguí hasta recargar me en la cómoda siguiente a la tarja.

— Cuéntame de ti. Tienes una personalidad muy particular y extrañamente me provocas mucha curiosidad.—

— ¿Para que quieres saber de mí? Te pago, eso debe de ser lo único que te importe.—

— Pues, en eso tienes razón. Por lo general no hablo más de lo necesario con mis clientes pero, como cumplí con tu requisito del corte de cabello y, te hablé sobre mi, te toca contarme algo sobre ti.—

Después de unos segundos, suspiró y giró su cabeza para verme.

— Me llamo Zee, tengo 27 años, soy hijo único... —

At the same placeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora