Capitulo 7

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Y... Ahí estaba. Mi cara, mis ojos, mi pequeña y redonda nariz, mis labios, esos pómulos tan remarcados. Tuve que sostenerme de la pared mientras lo veía, ese era yo pero... No, el era un hombre y me veía con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Ba-baifern? Tu nombre es Baifern ¿Verdad? -

Al escuchar su voz me derrumbe en el piso y sin darles permiso, varias lágrimas se desbordaron de los ojos que no podían creer lo que estaban viendo. Mi respiración se volvió irregular y cuando sentí que mi cabeza estaba a punto de explotar, alguien me sostuvo amablemente de los hombros, ayudándome a parar y hablándome dulcemente a la cara-

- ¡Hey! ¡Baifern! Tienes que respirar profundo. Inhala y exhala, inhala y exhala... ¿Regresa conmigo quieres? Soy Perth, tienes que calmarte ¿De acuerdo? -

-El... ¿El es Sa-saint? -

Solo alcancé a decir eso, después, todo se volvió negro y borroso. Me sentí más ligera que una pluma.

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Escuchaba voces a lo lejos.
Susurros,
Murmullos,
Conversaciones sin sentido ante mis oídos.

Fruncí el seño ante la luz que molestaba mi descanso, poco a poco fuí abriendo los ojos pero al querer obstruir el paso de ese destello con mis brazos, sentí la mano de alguien más apretar suavemente mi mano izquierda. Giré mi cabeza y ahí estaba él. Saint era quien se encontraba a un costado de mi.

-Sa... Saint-

Mi corazón no aguantó más y mis ojos se llenaron de lágrimas enseguida. Simplemente no lo podía creer, verlo ahí, verme a mí reflejada tan bien en el. No solo era el parecido, sino que a lo que más le daba vuelta mi cabeza era el echo de que yo, una prostituta huerfana, tenía familia, tenía un hermano.

- Por favor... Por favor, déjalo descansar contigo ahí. Nunca lo había visto tan tranquilo durmiendo... -

Giré mi cabeza hacia el otro lado y el dueño de aquellas palabras con tono suplicante era ni más ni menos que Zee.

-...-

- No sé si estés enojada o asustada de mi, pero así como Perth es tu guardián, yo soy el guardián de Saint. -

- Lo sé, Perth me lo dijo antes de venir aquí. -

-¿Te dijo también acerca de las visiones y de como te encontramos? -

- Lo hizo... -

Zee pareció darse cuenta de la incomodidad con la que le hablaba, suspiró y se levantó de la silla donde se encontraba.

- Dejaré que descansen los dos un poco más. Han estado separados demasiado tiempo, así que le hará mucho bien quedarse juntos-

Sin más que hablar, abandonó la habitación y nos dejó a mí y a Saint solos.

Parpadee un par de veces, estaba reuniendo el valor para darme la vuelta y observar por horas a mí hermano. Sentí un apretón en la mano y volteé con cuidado mi cuerpo, el seguía dormido y parecía disfrutarlo mucho. Me acomodé para verlo mejor sin soltar su mano, mi mano restante sirvió como almohada extra para obtener una vista buena de el.

- Te tengo justo enfrente de mi y sigo incrédula ante lo que veo. Saint... No pensé que el dueño de este nombre fuera a causar tanto revuelto en mi vida... -

Varias lágrimas siguieron cayendo. No era imposible, mi corazón estaba sintiendo, estaba dejando entrar el dolor y el amor al mismo tiempo. No sé por cuánto tiempo más lo miré, pero al hacerlo, sentía paz dentro de mi.

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