La Luna y la Bestia. ©

Capítulo 14.

Capítulo dedicado a @AngieRD4

"Kyle Pov's"

Ver a mi hermosa luna en ese conjunto me ha dejado embobado.

Ha pasado un mes desde que la reclamé como mía y debo decir que todo marcha bien. Su papá me puso un problema al principio, hasta pensé en hacerlo desaparecer, pero sé que Rose no me lo perdonaría, así que tuve que aguantarlo y gruñirle hasta que cedió.

La pregunta aquí es, ¿quién le cae bien a los suegros a la primera? Nadie, absolutamente nadie.

— ¿Eres consciente de que algún día tendremos a una hermosa cachorra quien tendrá a muchos detrás de ella? Entonces tú serás el suegro. - dice mi bestia burlona.

La verdad es que no le encuentro la jodida gracia.

— ¿Eres consciente tú, de que también será tu cachorra y tú también serás suegro? - le repito con ironía.

— Estás demente si crees que dejaré que otro se acerque a mis mujeres, por ellas me convierto en verdadero asesino. - escupe con frialdad para después cerrar el vínculo.

Vaya, jamás lo había escuchado así, ni siquiera con Romina. Debo decir que también haría lo que fuera por mi mujer e hijas, porque sí, tendré muchas con mi Luna, aunque ahora ella se niegue.

— Kyle, te estoy hablando... — escucho la preciosa voz de mi Luna.

— ¿Qué decías? Lo siento, pero estaba discutiendo con Kobu.

— Ah, ¿sí?, ¿y de qué peleaban? — pregunta con gracia.

¿Le causa gracia que me pelee con mi bestia interior?

— Es que me decía que algún día tendré una hija, y que seré igual de gruñón como lo es tu padre conmigo cuando los hombres anden tras ella. — gruño. Parezco un crío.

Ella se ríe — ¿Enserio? ¿Ni siquiera me has dado un beso y ya pelean por una niña? — vuelve a reír, y solo ese majestuoso sonido hace que olvide mi inconformidad.

— ¿Te parece gracioso? Desde ahora te advierto que no dejaré que ella tenga novio ni mate.

— Sabes que eso tú no lo decides, algún día llegará el momento en que su hombre llegue y ella quiera irse con él. Pero ya no hablemos más de esto, hagámoslo cuando ella nazca y tenga edad para pensar en esas cosas, sé que, si seguimos hablando, te sulfurarás y no queremos eso.

¿Cómo ese ser tan pequeño posee tanta sabiduría? Definitivamente soy un jodido suertudo por tenerla conmigo.

Es mía, solo mía.

— Tienes razón, mi Luna. Siempre la tienes.

— Lo sé, —dice con aires de grandeza.

Vaya.

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Estaciono frente a la mansión.

La traje a esta, pero porque ella posee un hermoso jardín que tiene aires de ser un lugar romántico, y todo lo mejor para ella.

Salgo y me dirijo hacia su puerta, abro y le tiendo mi mano. Ella acepta y me regala una tímida sonrisa. Baja y aún con nuestras manos entrelazadas, nos conduzco hacia el jardín, no entrando por la mansión, sino por un pequeño, (gran) corredor que se encuentra a un lado.

Llegamos al lugar y ella lo mira emocionada.

— Por Dios Kyle, esto es hermoso. — pone sus manos en su boca y me mira.