"Rose Pov's"
Iba bajando las escaleras rumbo a la cocina, tenía un hambre atroz. Llego a ésta y me encuentro a Rita, tan mañanera como siempre, preparando el desayuno.
—¡Buen día!— grito en su oído abrazándola por atrás.
Con el tiempo que llevo aquí, ella se a portado tan lindo conmigo, que ya hasta la considero una madrecita más para mí.
—Me asustaste, niña gritona.— me regaña dándose la vuelta.
—No me regañes— hago puchero.
—Si no me gritaras de esa manera... recuerda, que puedo ser vieja, pero aún mis sentidos están al cien, incluyendo mi oído.
Claro, claro, se me olvidaba.
—Lo siento, enserio.— sonrío inocente.
—Bueno, ¿Y cómo está la criatura de la casa?— se inclina un poco y acaricia mi panza aún plana.
—Querrás decir, "criaturas".— levanto mis dedos índice y medio para indicarle que son dos.
—¿Qué...?, ¿Dos?— pregunta y yo asiento.
Nadie aún sabe de que son dos, por eso su reacción.
—Oh, por la diosa.— se tapa la boca con sus manos.— ¿Y ya el niño lo sabe?
—Claro que sí, él fue conmigo a la consulta.
—¿Y cómo fue su reacción?
—Mejor que cuando se enteró de que estaba embarazada, al menos no se desmayó cuando le dijeron que no era uno sino dos. Pero sí se portó un poco grosero con Gerardo.
—Ya eso es normal e incorregible en él.— hace un gesto con sus manos restándole importancia.
Se voltea y sigue preparando lo que creo es un caldo.
—¿Caldo? A Kyle no le gusta ni la sopa, mucho menos el caldo, nana.— le digo.
Y tengo razón. El primer día que vine aquí por voluntad propia, la nada hizo una riquísima sopita, y Kyle le gruñó sin ninguna pizca de amabilidad que le cambiara eso, que a él no le gustaba. Lo regañé por su puesto, no puede ser así con la gente que le sirve de manera amable. Y mucho menos con su nana quien ha estado soportándolo por años.
—Es que esto no es para él, es para ti.— responde.
—¿Para mí? Sabes que amo todo lo que cocinas, pero no entiendo el por qué de prepararme un plato solo a mí.
—Hice bastantico, porque sé que los demás van a querer pegarse, incluyendo a Kyle. — ríe y yo le miro confundida, ella lo nota y prosigue a hablar.— Él desde que era pequeño jodía mucho. Cuando yo preparaba algo nuevo, decía que no le gustaba sin siquiera haberlo probado, y aunque veía a los demás comiendo, solo los observaba con curiosidad y nada más, su orgullo no le permitía admitir que quería probar. Cuando ya era de noche, que todo el mundo dormía; se escabullía a la cocina y abría donde yo guardaba lo que sobraba y empezaba a coméserselo, él creía que no me daba cuenta, y aún ya grande sigue con esa maña, sobre todo ahora que estás tú... si te ve comiendo algo, va a querer probar.
¿Enserio así era y es Kyle? Ni si quiera me había dado cuenta.
—Sí, era y es bastante jodón. Pero que no nos escuche, se pondría furioso.— se suma una voz más. Romina.
—Buen día, niña.— le saluda Rita.
—Buenas, nana.— esta la abraza. Luego se dirije hacia mí.— Cuñada.— hace una miradita pícara.
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La Luna y la Bestia. ©
Manusia Serigala¿Podría un ser amable, bueno y puro... amar a una bestia como yo? ... (Publicada el 19 de mayo del 2020) Disponible en Buenovela.