𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 25.

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-¿Y cómo te llamas?- le pregunto al muchacho, quien después de varias discusiones con Kyle, lo logré sacar de esa asquerosa, oscura y tenebrosa celda.

-M-me llamo Luis, luna.- dice en tartamudeos. ¡Que lindo!

-Mucho gusto Luis, mí nombre es Rose, y como tú lo has dicho; soy la luna de ésta manada.

Él asiente y observo como mira el lugar de reojo.

-Tranquilo, Kyle no está en su despacho. Podemos hablar con calma.- le explico rápidamente y veo como de relaja.

-Sinceramente no me gustaría que nos encontrara hablando. Hablan de él, dicen que es demasiado posesivo y bestial.- dice a lo que yo frunzo mi ceño.

-Eso dicen... y es verdad, pero no te preocupes, no dejaré que te haga nada.- le tranquilizo.

Nos quedamos callados, pero muero por hablar. Tengo muchas preguntas que hacerle.

-¿Por qué huían de la manada del sur?- decido preguntar.

Él abre los ojos como platos, parece haber recordado algo.

-¡Lucy!, ¿Dónde está Lucy?

Creo que ha de referirse a la bebé.

-Tranquilo, está con su mate.

-¡¿Mate?! Es una bebé apenas, no puede tener mate.- se pone histérico.

-Su mate es el beta Samuel, debes estar tranquilo, ella está en buenas manos.

Él suspira pesado y luego pone sus manos en su rostro.

-Huíamos, sí. El alpha Kilian se ha vuelto loco, asesina sin piedad, no tiene compasión ni mucho menos remordimiento por lo que hace ni a quienes lo hace. Hui con Lucy porque allá ya no nos queda nada. Nuestra madre murió al dar a luz a Lucy, y mi padre es un guerrero de Blackmoon, se quedó para estar pendiente de que Killian no viniese por nosotros, sé que él en estos momentos tomaría cualquier excusa para venir y atacar al Alpha Kyle, pero entiéndanme que estaba desesperado... No por mí, sino por mi hermanita, si quiere me voy, pero déjela a ella a salvo, aquí.

Termina de decir de manera rápida y desesperada, y yo aún estoy en shock.

¡Son apenas unos niños! Ni loca los dejaré irse, allá correrían peligro, y no quiero que en mí conciencia esté el que pude haberlos ayudado y no lo hice.

Está decidido, se quedarán, así me tenga que enfrentar al lobito gruñón.

-No.- digo luego de un rato. Paso saliva y continúo hablando.- No se irán, ni tú, ni Lucy. Se van a quedar aquí y es mí última palabra. Ahora vamos para que te ubiquen en una de las habitaciones para huéspedes.

Me mira agradecido y sonriente para luego preceder a seguirme.

Sonreiría también, pero es que en estos momentos tengo en mente el hecho de que seguramente pelearé fuertemente con Kyle, por esto.

Debe entender que yo también mando. Dios, ayúdame a salir ilesa de todo esto, por favor.

(...)

-¡Pero Kyle!, ¿Por qué no?- pregunto ya harta.

¿Lo ven? Ahorita estamos peleando por el tema del niño Luis.

¿Qué es lo que no entiende?

-¡Porque es un miembro de la manada de Killian!, ¿Y qué crees? ¡Ese sujeto y su gente está tratando de llevarse al amor de mi vida lejos de mí! Pero primero muerto, ¿Me entiendes?

La Luna y la Bestia. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora