Capitulo 3. Dudas

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Lucifer bajaba al bar del Lux con una sonrisa resplandeciente, claramente haciendo dudar a Meizquine de porque estaba tan feliz.

- ¿Me das de lo que estas tomando? Quiero estar así de feliz como tú.

Bufo la demonio, tomando un trago y sentándose a un lado del ángel caído.

- Digamos que conocí a alguien.

Lucifer dijo aquello con orgullo y como si hubiera conseguido la octava maravilla del mundo.

Meizquine lo dudo un poco, después decidió no tomarle mucha importancia, termino su trago y continúo acompañando a su compañero de mirada carmesí.

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"Señor Stark, el señor Rogers lo esta esperando para que pueda instalarlo en la torre, ¿quiere que asigne a alguien más?"

Jarvis noto el rostro molesto en el castaño cuando se lo dijo, por eso hizo la sugerencia, Tony dejo sus herramientas y negó, saliendo de su taller para ir al mini bar, tomar un trago y aproximarse a donde se encontraba el soldado.

- Ven Rogers, sígueme.

Dijo sin más, impresionando al rubio, el cual no se quejó porque debía de admitir que extrañaba su aroma. Caminaron solo un poco para que Tony le asignara una habitación y le indicara que es lo que debía de hacer y que si necesitaba algo simplemente le hablara a Jarvis, dio un pequeño brinco cuando lo escucho, después de una pequeña explicación de como funcionaba se calmo un poco. Y después de echar su orgullo por el excusado, el castaño hizo una sugerencia.

- Puedo ayudarte a adaptarte, se que muchas cosas serán nuevas y un poco extrañas para ti, así que un poco de ayuda no te vendría mal.

Steve sonrió, sin notar que se estaba perdiendo en esa mirada chocolate, saliendo de su trance acepto torpemente, y como el moreno le estaba poniendo atención por primera vez pudo notar el aroma del rubio, el cual debía admitir que era atractivo, sus fosas nasales se llenaron de menta, casi inmediatamente tuvo que reaccionar y continuar.

- Entonces deberíamos comenzar con cosas simples, como el celular, Jarvis y el internet.

El moreno esbozo una pequeña sonrisa, que Steve devolvió, se sentaron en la cama del ojiazul y comenzaron una charla amena.

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Mientras Eduard los vigilaba comenzaba a perderse en sus pensamientos, pensaba en la noche anterior y como desgraciadamente le había gustado. "maldita sea Eduard, controlate" trataba de mantenerse al margen, pero no podía, no dejaba de pensar en su mirada carmín, su linda sonrisa confiada, como vestía con ese lindo traje y su aroma a café, era inteligente y lindo... suspiro y luego trato de reaccionar "No puede gustarme, porque solamente lo voy a utilizar" sentencio a si mismo, tratando de continuar con su trabajo.

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Becker no podía concentrarse en los papeles de su escritorio.

- Ya tengo los análisis de las huellas del arma que pediste.

López la saco de su trance llegando con los resultados, trato de incorporarse tranquila en su lugar, haciendo una media sonrisa le agradeció y los tomo.

- Supongo que esto determinara al asesino

- Si, eso creo, ¿Esta todo bien Chloe?

López la miro preocupada, se quedo cerca de su escritorio esperando una respuesta positiva, y antes de que pudiera contestar Lucifer llego esbozando una sonrisa.

- Todo esta bien.

Dijo con fastidio, con los resultados en la mano salió de ahí.

- Sigue molesta.

Observó sin más Morningstar.

- ¿Qué fue lo que le hiciste? – miro curiosa López.

- No le hice nada, te lo juro, pero esta tan molesta que devolvió un regalo que yo le di...

López lo miro poco convencida, mientras que él se fue a seguirla, para tratar de aclarar todo.

- Puedes decirme que es lo que te molesta tanto – el árcangel caído iba tras la rubia.

- No sucede nada, ¿puedes dejarme trabajar? – contesto cortante.

- No, porque en efecto sucede algo, si no, no tendría esto en mis manos – le mostró el collar tratando de entender que era lo que sucedía, y es que para Lucifer las relaciones interpersonales siempre habían sido complicadas, y ahora no era la excepción.

Becker miro el collar con un poco de nostalgia, soltó un suspiro y contesto.

- Lucifer, tú, ¿Aún sientes algo por mí?

- Chloe, eres mi amiga, no te voy a negar que hubo un tiempo en el que estaba perdidamente enamorado de ti, pero ese tiempo ya paso, paso demasiado tiempo... conocimos a muchas personas... pero sigo apreciandote bastante...mucho, así que, por favor, quédate esto.

Entrecerró su puño con el de ella, dándole nuevamente el collar. Chloe trato de no llorar, lo acepto y lo abrazo casi de inmediato.

- Esta bien, me gusta que no mientas – comenzó tratando de no soltarlo, ya que seria de lo poco que tendría de él – acepto que deje pasar mucho tiempo, pero no olvides lo mucho que te aprecio, ¿sí? – tomo su rostro, mirándolo con leves lágrimas, las cuales Lucifer limpio, beso de su frente y asintió.

Nunca pensó que dejaría de amarla, pero las cosas terminaron así y agradecía que ella lo aceptara y continuara en su vida.

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Tony y Steve no tardaron en congeniar y entenderse y puede ser por el hecho de que ambos se atraían, el moreno se sentía maravillado y alagado de enseñarle todo lo que este nuevo siglo conllevaba, en ocasiones le resultaba tierna la reacción del capitán y de como no lograba entender algunas cosas aún, después de enseñarle con mucha paciencia algunas cosas decidió invitarlo a comer, el capitán acepto, pues estar cerca del moreno era tranquilizador y aunque Tony no quisiera admitirlo le gustaba el aroma del rubio y lo conservaría si se mantenía cerca. Era increíble como alguien que pensó que siempre odiaría ahora le atraía y hasta tierno le resultaba en algunas ocasiones.

La tragedia en la similitudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora