Capítulo 13: Desestabilizado.

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10 horas antes. 

El único pendiente que Steve tenia en su ahora nueva organización era avisar a los socios que ahora él estaba a cargo.

Nadie puso objeción o alego al respecto, y es que se necesitaba ser más que estúpido para objetar o retar a Rogers.

Así el soldado tenia la libertad de volver con Lucifer, contarle su decisión y cuidar de él y de su cachorro en camino.

Cuando llego al Lux la sorpresa que se llevo fue terrible. 

Presente. 

Al parecer el árcangel caído se había acostado con aquel árcangel que había aborrecido desde el primer momento, y ahora, frente a sus ojos ambos se besaban con cariño y devoción, lo que el celestial pedía termino de romperlo y desestabilizarló.

"Lucifer... te amo... por favor... escogeme a mi"

Más por el hecho de ver esa mirada carmín viendo al contrario con devoción y amor, estaba seguro que su respuesta era afirmativa y el azabache no iba a permitir eso.

Asustado y lleno de odio saco la daga forjada en el infierno, sin dudar la clavo a la altura del corazón del celestial, con oido y rencor la clavo mas profundo, confirmando su sospecha al ver a Lucifer asustado y llorando sin reparo.

Todo lo que le había dicho había sido obra de su corazón roto y herido, cuando estuvo solo en la ducha y el agua cayo cerca de su rostro lloro al fin, frustrado porque de haber podido, Lucifer hubiera escogido al árcangel olvidándose por completo de él.

Y eso le supo tan amargo...

El moreno trato de calmar su llanto,  su cuerpo y el de Gabriel brillaron solo un poco más, limpiando toda la sangre de ambos, apareciendo ropa nueva, el moreno extendió sus alas y aun con la mirada vidriosa salió de ahí con el cuerpo inerte del árcangel entre sus brazos, voló hasta la playa, tratando de tranquilizarse se sentó en la arena cerca del mar, sosteniendo el cuerpo frio, torpemente trato de acomodar de sus cabellos.

- ¿Sabes? - comenzó el árcangel caído hipando un poco - después de tantos años yo en verdad pensé que no volvería a verte - delineo un poco de sus fríos labios, continuando - cada persona que ha pasado por mi cama tiene al menos una característica tuya - sonrió con ironía - pero nadie era tú... - comenzó a sollozar ante el cuerpo sin respuesta - entre tus brazos volví a sentir el cielo... perdóname, yo no quería que esto te pasará... se que no me escuchas... pero mi respuesta era... si, árcangel tonto, te amo y si hubiera existido otra manera, siempre, siempre te hubiera escogido.

Lucifer se abrazo al inerte cuerpo, volvió a llorar mientras la marea subía solo un poco con el cielo lleno de estrellas.

Desde el cielo Gabriel lo observaba, había escuchado todo... sentía tanta envidia de su cascaron vacío, que al igual que el estaba frio, solo que él no recibía el calor de su árcangel, sintió las lagrimas recorrer sus mejillas mientras terminaba de escucharlo.

Tenia mucha suerte, siempre fue bueno, un ser casi puro después del destierro de su árcangel, por eso cuando murió regreso al cielo, encontrándose de nuevo con su padre, quien tenia ordenes claras. Hasta que Lucifer tuviera a ese bebé le iba a conceder otro cuerpo para poder ir y venir del cielo nuevamente, antes no... y lo acepto, ya que no le prohibió la convivencia con Lucifer y no dijo nada sobre los motivos de su muerte, no le quedaba mas que esperar y vigilar a su árcangel caído desde la distancia.

El de mirada carmín sintió algo de alivio, paro de llorar y se encargo de cremar el cuerpo vacío de su árcangel, con la posibilidad de que ese momento en la playa pudo ser el ultimo entre ambos.

Regreso al Lux con el féretro pequeño de las cenizas en las manos, notando que con un traje azul metálico Steve tomaba whisky en la barra del lugar, notando su presencia le dedico una mirada fría el azabache.

- Al final si te encargaste, supongo que está bien - bebiendo más el soldado volvió su atención a la botella de whisky que estaba a punto de terminarse.

Lucifer estaba molesto con Rogers, estaba triste, estaba mal, pero sobre todo estaba irritado con el soldado.

Pero, a final de cuentas, esto también había sido provocado por él mismo, tan calmado como no podía estarlo miro de manera seria al azabache, terminándose la botella de alcohol sin ningún tipo de dificultad o culpa por lo antes sucedido.

- No Steve, no está bien - con la mirada llena de molestia comenzó el árcangel caído - nada esta bien... sube a la habitación, necesitamos hablar - Lucifer limpio el par de lagrimas que se le escaparon, molesto le señalo el elevador, a donde aun con el féretro en las manos se dirigió, para tomarlo y poder subir, esperando a que Rogers lo imitará.

Y tal como lo había dicho, todo estaba mal, Steve tenía el corazón roto y herido, por eso se acabo el whisky, tratando de amortiguar el dolor que sentía con alcohol y Lucifer, había perdido al amor de su vida en manos de alguien, que desgraciadamente amaba también, y con el cual iba a tener un bebé.

De verdad que todo se había jodido.

La tragedia en la similitudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora