Capítulo 4. Encuentros

176 19 3
                                    

- Brucie Poo - con entusiasmo el moreno se dirigió a su amigo en la ciencia y en la vida.

- ¿Qué sucede Tony? hoy estas con mucho ánimo - sonrió y afirmó Banner al sentir los brazos de Stark rodearle a la altura de su abdomen.

- No lo sé - y en verdad no lo sabía - es solo que enserio estoy muy feliz.

Y es que Tony aun no notaba que el motivo de su felicidad tenía nombre y apellido, estar con Steve Rogers le causaba una grata alegría y tranquilidad, agregándole que había descubierto su aroma a roble, que por alguna razón le encantaba.

-

-

-

-

-

-

Con un movimiento rápido Lucifer logro esquivar el golpe del Meizquine, quien hábilmente volvió a golpear con éxito dando en su abdomen, cayo al suelo y Morningstar alzo la mano en señal de rendición.

- Te estas volviendo lento - sentencio la morena, ayudándolo a levantarse.

- Creo que tú te volviste más rápida - se reincorporo el moreno un poco adolorido.

- Si, claro, lo que tu digas - Meizquine trono sus nudillos y tomo un poco de agua.

- Ya lo decidí e iré a la torre Stark, recién me invitaron a formar parte del circo y creo que será divertido, ¿Quieres venir? - invito Morningstar limpiándose el rostro con una pequeña toalla.

- Suena divertido, esta bien.

Acepto sin mucho esfuerzo su morena amiga.

Lucifer saco a relucir sus brillantes alas blancas, llevando a Meizquine en los brazos se dirigió a la torre Stark, después de haber entrenado un poco. Cuando llego en esta ocasión trato de tener tacto y hablo hacia una cámara del lugar, la cual atendió de inmediato Nat, rodó los ojos, para esas alturas ya todos sabían lo que había pasado días atrás, le dio acceso a Morningstar y a su morena acompañante, notifico a Stark quien continuaba platicando con Bruce muy amenamente, charla que decidieron pausar, Tony quería ser el primero en recibir al moreno en el lugar, aunque técnicamente Nat ya lo había hecho.

- ¡Que bueno que decidieras venir al final! - dijo lo suficientemente animado el científico de ojos color chocolate.

Una mirada carmesí lo vio con completa satisfacción y simplemente, asintió.

- Espero que no te importe que traiga a Meiz, pero no iba a venir sin ella - comenzó Morningstar, muy confiado y sin dejar de esbozar una sonrisa - porque no pienso ayudarles en nada si ella no esta conmigo

- Supongo que no hay ningún problema - tranquilamente contesto Stark - vengan, les enseñare todo el lugar.

Y así fue, en cuestión de un par de horas Lucifer conocía todo de toda la Torre Stark y a Tony eso no le sorprendía, pero intuyo que seria divertido convivir con todos ellos.

Hasta que un rubio muy confundido con un móvil en manos se acerco a Tony a hacerle un par de preguntas, ya que aun no lo entendía del todo. El chico de ojos carmín lo miro extrañado, en primera instancia porque estaba seguro que era alguien más, no entendía como su cabellera ahora era rubia si no hace mucho la había visto completamente castaña, tampoco como esos ojos inocentes color cielo habían llegado, si la mirada que conoció era carmín, con todo, menos inocencia en ella, como la que veían sus ojos.

- ¿Eduard? - pregunto confundido el ángel caído, Steve no contesto y tampoco noto que se dirigía a él, cosa de la que Tony se percató, haciendo de su conocimiento al rubio.

- Oh lo siento, llegue de una forma muy grosera - Steve estiro su mano para poder estrecharla con Meizquine y después la estiro para Lucifer - Steve Grand Rogers, es un placer - sonrió de lado, y Lucifer no podía estar mas confundido.

Porque no solo tenia otro nombre, tenia una apariencia completamente distinta, pero, eran tan parecidos e iguales...

- Meizquine, y el mudo al lado mío es Lucifer Morningstar.

Las palabras de su amiga le sacaron de la burbuja en la que estaba sumergido desde hace un rato.

- ¿Cómo el diablo? - pregunto con completa inocencia el rubio.

- Así es Señor Rogers, pensé que nada les impresionaba aquí - Se dirigió a Stark esta vez.

- Y así es, pero para Steve todo esto es nuevo, yo le explicare en otra ocasión, solo tengo una pregunta más para ambos, ¿Se instalarán en la torre?

Lucifer negó, entonces Tony decidió entregarles un comunicador para la oreja derecha a ambos, indicándoles que cuando los necesitara este iba a prender de un color y les daría las indicaciones necesarias.

Ambos lo aceptaron, y terminando el recorrido regresaron al Lux, Lucifer no podía sacarse de la cabeza a Steve, porque joder, era muy parecido e igual a la persona quien recién había tomado su atención.

- En qué piensas - asegurándose de que estuvieran solos en la habitación de ángel caído llego como solo él sabía hacerlo, sigilosamente.

- ¿A que juegas? - comenzó a interrogar - como es posible, juro que hoy te vi en la torre Stark, pero, definitivamente no... no podías ser tú, tu mirada era inocente y color cielo, tu cabello completamente rubio... y lo mas importante, te llamabas Steve - completamente confundido Lucifer miraba al chico azabache de mirada carmín.

- Con que ya conociste a mi hermano.

- ¿Tu hermano? - mas confundido que antes, pregunto Morningstar.

- Si, es mi hermano gemelo - rodó los ojos con fastidio - como te has enterado, soy Eduard Rogers - dijo no muy orgulloso de aquello

- No pareces feliz con aquello - afirmó tomando un poco de Whisky.

- Eso lo hablaremos en otra ocasión, ahora que fuiste a la torre, me informaras de todo lo importante que surja en ese lugar - dijo aquello mas como una orden que como una petición.

- ¿Y por qué lo haría? - confundido y casi al borde de negarse cuestiono Lucifer.

- Porque te voy a joder tan bien que vas a decir si a todo lo que te pida.

Eso de verdad había sido muy específico.

Aseguro el soldado, muy cerca de los labios de Morningstar, quien sin pensarlo mucho se lanzó a besarlo.

- Quiero ver que cumplas lo último que dijiste.

Con una sonrisa coqueta reto Morningstar y con simplemente cargarlo, encaminarlo a la cama y subirse encima suyo Hydra se encargaría de cumplirselo.

La tragedia en la similitudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora