|Capítulo 11|

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Una tormenta nos había tomado por sorpresa a todos en la comisaría. Era tan fuerte que los oficiales nos prohibieron a Lucy y a mi salir hasta que todo acabará o por lo menos se aminorará. Yo creo que solo es una escusa para mantenernos aquí y ver que pueden averiguar, lo cual es realmente tonto por que, ¿Qué podría saber Lucy? Por mi parte no pensaba decirles lo poco que sabía, investigaría yo sola y encontraría justicia para mi madre y para las familias del resto de las víctimas.

—Lucy, Alesha. —Al escuchar la voz del alguacil, la pequeña a mi lado y yo dirigimos la mirada al susodicho—. ¿Podría hablar con ustedes en mi oficina?

La pequeña me miró a mi como pidiéndome autorización, yo trate de darle mi mayor sonrisa y asentí.

Sin cruzar palabra el alguacil empezó a caminar a su oficina y Lucy y yo lo seguimos, la niña me tomo de la mano sin previo aviso, no la solté porque se lo mal que la debe estar pasando.

Una vez dentro de la oficina, nos dimos cuenta que no solo estaba el alguacil Nicolas, sino también la segunda al mando, Clarissa.

Mi entrecejo se frunció al ver a aquella mujer, pero ella ni siquiera me dirigió la mirada, todo el tiempo sus ojos se centraron en Lucy.

—Lucy, ¿Puedes dejarnos solos por unos minutos a la señorita Adams y a mi? La oficial Hordan te acompañará al comedor por un bocadillo ¿Esta bien?

Vi como los ojos de la pequeña se iluminaron al escuchar la palabra "bocadillo" asintió repetidas veces lo cual me hizo soltar una pequeña risa.

Una vez el alguacil y yo nos quedamos solos, habló.

—Señorita Adams, ¿Puedo llamarla Alesha? —yo simplemente asenti—. Me gustaría hacerle unas preguntas, si usted está de acuerdo.

—Con una condición. —le respondí muy segura, como él no dijo nada continúe hablando—. Yo también quiero hacerle unas preguntas a usted.

—Yo soy quien hace las preguntas aquí Alesha.

—Entonces solo puede hacerme las preguntas que quiera con un abogado presente.

—Esto es una charla extraoficial, no creo que necesitemos llamar a un abogado ¿Acaso tiene algo que ocultar señorita?

—No, pero conozco mis derechos y si yo no voy a ser beneficiada con esta "charla extraoficial" entonces que no hay nada de que hablar. —dije levantándome de la silla en la que había tomado asiento apenas había entrado. El alguacil me detuvo antes de que siquiera diera un paso.

—Esta bien. —me forcé a no dejar salir una sonrisa de satisfacción por haber obtenido lo que quería—. Haremos  lo que tú digas.

—¿Me da su palabra?

—Te doy mi palabra, Alesha. —tome asiento donde estaba y el alguacil Nicolas se relajó visiblemente en su asiento—. ¿También tenías relación con las otras víctimas?

Empezó con el interrogatorio.

—¿A qué se refiere?

—Ya sabes, la primera víctima era tu vecina, y tengo entendido que tu y su hermano eran amigos, tú madre fue la octava víctima y ahora estás con Lucy. ¿Conocías a otras víctimas o a sus familiares?

—De conocerlos si, los conozco. Como a todo el mundo en este pueblo, pero no tenía ningún trato con ellos. ¿Porqué la pregunta?

—Me parece algo... —se detuvo por un segundo como buscando la palabra adecuada— extraño que últimamente estas tan involucrada en todo esto.

—¿Qué está insinuando? Y claro que estoy involucrada, mi mamá murió también en manos de ese desalmado asesino. Yo más que nadie quiero justicia, además yo no conocía a Lucy antes de todo esto, solo estoy con ella por que se cuanto duele perder a la persona que más amas en el mundo.

Asesinato Número 8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora