Se imaginan tener dos personalidades, bueno eso es ciertamente algo que JiSoo no experimentaba o por lo menos no de manera tan directa.
Sus manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón, su vista fija en la acera caminando en dirección a su hogar, paro su caminar al sentir aquel aroma tan embriagador para ella, su corazón latio desesperadamente, levanto la mirada y sin ser conciente del todo empezó a buscar a la persona dueña de ese aroma.
Ahora JiSoo se encontraba siguiendo a la dueña de su corazón.
JiSoo.
Mis movimientos eran lentos, sin ningun apuro la seguía de lejos, no pretendía llamar la atención y mucho menos de ella, mi corazón late rápido como si se fuera a salir de mi pecho, mi lado más razonable dice que debo parar de seguirla pero, me es prácticamente imposible, no me puedo separar de ella, no cuando está en constate peligro de que un degenerado le pueda decir o hacer algo.
Su cabello largo ondulado de color rubio caía en cascada este le llegaba a la mitad de su espalda baja, su piel ligeramente apiñonada, sus mejillas algo gorditas pero lindas, su belleza era algo que sin duda no podría compararse con cualquier otra chica, su caminar era elegante, su vestir en algunas ocasiones era infantil y en otras muy provocativa, al menos para mí.
Rosé...Park Rosé
Ese era su nombre, el nombre de la chica que me volvía completamente loca y me tenía a sus pies, con una simple palabra lograría que yo cayera aún más rendida por ella, lastima que nunca lo sabría, es mejor que ella no sepa de mi existencia.
A lo largo de los años la e visto llorar, reír, gritar por algo que para ella es asombroso, ver su sonrisa es lo que más me alegra el día, ver cómo su padre la adora con su corazón es algo que sin duda nunca dejaría de querer ver.
Flashback
JiSoo
Caminaba por las calles menos transitadas de la ciudad, el clima era frío, estaba segura de que pronto lloveria, mi vista fue a mis pies, como si estos fueran lo más interesante, la gente pasaba y yo podía escuchar sus bufidos, palabras y uno que otro grito, aún si estaban a metros de mi, yo los escucharía tan claro como si estuvieran a mi lado.
Las gotas empezaron a caer, decidí parar en una cafetería ya que no traía conmigo un paraguas, en espera de que el clima mejorará con el pasar de los minutos, dentro del local era cálido, algunas de las ventanas se encontraban empañadas, y muy poca gente se encontraba dentro del lugar.
Me senté lejos de las dos parejas que se encontraban en el lugar, Uno de los meseros tomo mi orden y a los minutos trajo mi pedido, deje mi abrigo en el respaldo de la silla junto a mi, y mire fijamente con demasiada concentración las gotas de lluvia que rebotaban en el vidrio de la ventana, rara vez miraba hacia la entrada del local, como si estuviera esperando a algo o alguien pero, eso no era así.
Mi concentración se vio interrumpida por las pisadas de lo que parecía se una persona, lo raro era saber a quién pertenecían, seguia pendiente de esas pisadas que parecían acercarse cada vez más al local, hasta que la puerta de este se abrió y sonó la pequeña campana que avisaba la entrada de alguien.
Quería mirar, no solo por mi curiosidad tambien por el aroma que había inundado el establecimiento, aunque al parecer solo yo había logrado quedar embobada por ese olor, era entre vainilla y fresa, una mezcla dulce y embriagadora.
No pude más y mire directo a la persona que traía consigo ese aroma, era un hombre de apariencia fría y de un momento a otro el hombre se sentó a unas mesas lejos de mi, no me había percatado de que una pequeña niña de cabello castaño le acompañaba, era linda, desbordaba inocencia y felicidad, tendría unos ocho o nueve años, y fue como supe que la menor era dueña de ese aroma tan hipnotizante para mí.
Fin del Flashback
