JiSoo.
Aquel hombre había perdido el color por completo, su labio inferior temblaba por el miedo que le provocaba el tan solo verme, el poco razonamiento que tenía se estaba esfumando, y más al ver qué ese bastardo seguía encima de Rosé, no lo pensé y me lance a él, sus gritos se hicieron presentes, él trato de correr y por un momento lo deje alejarse, hasta que corrí detrás de aquel hombre, mordí su tobillo haciendo que soltará un grito realmente agudo, lo arrastre y decidí acabar con su tortura.
La sangre empezó a brotar de sus heridas, el sonido de sus huesos romperse al tener mi peso encima, sus ojos perdían aquel brillo de malicia, sus manos se movían por mi pelaje tratando de quitarme de encima algo que claramente nunca logrará, de su boca empezó a salir mucha mas sangre, aquel líquido rojo que ya era tan familiar para mi, fijé mi vista en su cuello, una vena se marcaba más que las demás, y sin esperar más, mordí su cuello. El líquido lleno por completo mi boca, y sin darme cuenta deje de ser un lobo, deje su cuello después de beber de el, mire detrás de mi y ví a Rosé, ya estaba por perder la conciencia.
Deje el cuerpo de aquel hombre, parte de mi ropa estaba rota debido al cambio, pero tenía una sudadera, me agache a lado de Rosé, la cargue con cuidado y le coloque la sudadera cerrando la misma para que ella no estuviera más expuesta, camine durante unos minutos hasta llegó al lugar donde dejaba mi mochila, deje a Rosé con cuidado en el suelo en lo que yo llamaba a Lalisa.
-¿Podrías venir por mi?, Estoy en el bosque, el lugar de siempre....y si es posible trae una manta y ven lo más rápido que puedas-No deje que mi hermana dijiera algo simplemente colgué.
Me quedé parada justo al frente de Rosé, no podía acercarme mucho el aroma de su sangre era demasiado fuerte para mí, no tenía el suficiente autocontrol para acercarme y no hacerle daño. Quería estar a su lado, pero era más fuerte el miedo a hacerle más daño el que no me dejaba hacerlo.
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-Apestas a perro mojado-Lisa se río por como mi vestimenta estaba echa pedazos y mojada.
-Tú también....ah no espera, ese es tu olor natural-Lisa gruño mientras yo reía.
-¿Que le paso?-Mi hermana Señalo a Rosé que se aferraba inconscientemente a mi, en busca de más calor, la manta le había subido la temperatura considerablemente pero no era suficiente.
Solté un pequeño gruñido al recordar aquella escena, ese idiota ya estaba en donde pertenece y jamás volvería.
-Te cuento en cuanto lleguemos-Lisa asintio y siguió con la vista fija en la carretera, mientras que no vista estaba en Rosé.
Su respiración calmada, su cabello húmedo, unas cuantas gotas caían desde su mandíbula para deslizarse y pasar por su cuello hasta llegar a la clavícula y perderse al final de esta misma, al parecer mi mirada era muy intensa por que Rosé empezó a moverse en un intento de acomodarse mejor su rostro se quedó en el espacio entre mi mandíbula y hombro, su respiración chocaba contra mi piel y está se erizaba era interesante como su simple respiración podía hacerme caer aún más por ell. Estaba perdida.
Trate de distraerme hablando con Lisa sobre su intento inútil de conseguir que Jennie se fije en ella, y más sabiendo que nunca lo logrará si ella no se acerca primero. Gallina.
-Llegamos-Lisa apagaba el auto, mientras saliamos del mismo, Rosé al sentir la brisa fría se aferró más a mi(si es que eso era posible), me adentre a la casa y sin decir nada subí directo a mi habitación, deje a Rosé con mucho cuidado sobre la cama, para ir al cuarto de baño y tomar una toalla para secarla, al regresar ella estaba echa bolita tratando de agarrar calor.
Me acerque y con cuidado de no despertarla, quite la manta de su cuerpo, tanto ella como la manta estaban empapados por la lluvia, sabía que sería todo un reto para mí el cambiarla. Quite con mucho cuidado lo que quedaba de su camisa, trague seco al ver su torso nada más que con su sosten puesto, esperé unos segundos en lo que pensaba en como quitarle la falda sin que se despertara, al final se la quite sin pensar demasiado pues si lo hacía ella se despertaría y sería por el frío.
'Concentrate JiSoo'
Me dije mentalmente, mi vista tardo unos segundos en abandonar el cuerpo de Rosé, para que mentir la chica tenía buen cuerpo, tome la toalla y con cuidado empeze a pasarla por su piel, en un intento de quitar el exceso de agua, al terminar suspire, fui a mi armario y tome una camisa, con el mayor cuidado se la coloque.
-Te traje esto, para que cures su herida-Lisa me miraba con una sonrisa que no supe cómo interpretarla, tome el botiquín y me acerque a Rosé que seguía dormida, Lisa no dejaba de verme.
-¿Pueses ser más delicada?-Dijo mi hermana al ver que no sabía cómo estar cerca de Rosé sin sentir que le podría hacer daño-Deja yo lo hago.
Me quito las cosas de la mano y se dispuso a curar y limpiar la herida de Rosé, al terminar, Lisa arropó a Rosé, y está se acurrucó en mi cama, sin duda amaría dormir en ese lugar sin problema alguno.
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-Despertaste-Dije al ver que ella ya estaba levantada.
-¿Que hago aquí? ¿Comó me encontraste? ¿En donde estoy?-La mire por unos segundos en lo que ella me atacaba con sus preguntas.
-1.-Estás herida, 2.-Estaba viniendo del Instituto y te encontré en el suelo y 3.-Estas en mi casa, en mi habitación-Respondi en orden todo lo que ella pregunto.
-Gracias-Me acerque hasta poder sentarme a unos centímetros de Rosé.
-De nada, ¿Comó te sientes?-Pregunte mirándola.
-E estado mejor, creo que debería irme-Sin ser conciente solté un pequeño gruñido, pude sentir su confunción.
-Estas aún herida y aún está lloviendo-Ella solo me miraba mientras yo moría de preocupación.
-Llamaré a mi padre ¿Mi celular? ¿Mis cosas?-Se escuchaba levemente desesperada, y eso era algo que no me gustaba.
-Están del lado izquierdo abajo de la cama-Le respondí para después ver cómo ella tomaba sus cosas de forma rápida.
Encontro su celular y marco un número, supongo que el de su padre.
-No me contesta, supongo estará en una reunión o se quedó sin batería siempre le pasa-Su voz se escuchaba levemente rota, y agachó su rostro.
-Te puedes quedar, si quieres, además, no es bueno que salgas debido a tu condición-No se de donde salió eso pero era la verdad, no la dejaría ir si no estaba bien al cien por ciento.
-No, está bien, no quiero dar más molestias llamaré a mi amiga y me ire-Ella marco otro número, y después de unos cuantos minutos empezó a hablar con la otra persona a lado de la línea.
Al ver que ella estaba algo incómoda con mi mirada, decidí ir a mi armario y tomar un pantalón deportivo, se lo deje y salí de la habitación sin decir nada más. Minutos después Jennie llegó por ella, y se fueron, claro dejando tanto a mi hermana como a mí más que embobadas.
