Rosé.
Estoy corriendo lo más que puedo, está lloviendo y justamente mi auto se averió, así que tengo que regresar a casa corriendo.Descanse en un puesto de comida que estaba cerrado, mire a mi lado izquierdo, había un chico con una capucha negra, lo ví al entrar al Instituto y al salir.
Me asustó un poco, así que agarre mi celular para llamar a papá en mi auxilio pero no respondía, también intenté con Jennie pero tampoco daba resultados. Así que decidí hacer algo.
Correr.
Empecé a correr lo más rápido que pude, el venía detrás de mi, gritaba por ayuda pero debido a la lluvia nadie me oía, así que decidí ir al lugar donde es difícil de encontrar a alguien o algo.
El bosque.
Empecé a correr por los árboles, mira a veces atrás mío para verificar si lo perdi, pero el seguía ahí, no me fijé y tropece con un tronco haciendo que caiga al suelo y me golpeara en la cabeza.
—¿Sabes? No deberías usar faldas tan cortas, hacen que cualquiera le provoque ésto. —señalo descaradamente su entrepierna, intente correr pero el me agarro de mis pies.
—! Suelta me! ! Ayuda!. —grite mientras lloraba y trataba de sacarme a éste hombre de encima, lastimosamente el golpe en la cabeza me estába dejando inconciente.
—Nadie te escucha, pequeña. —rompió mi moño y al mismo tiempo abrió mi camisa con tanta fuerza haciendo volar los botones.
Su mirada era asquerosa, yo solo pedía que ésto terminara.
Derrepente su vista paso al frente, estaba pálido, asustado, temblaba y no solo por la lluvia, fijé mi vista y era un lobo.
Su pelaje era negro, sus ojos eran extraños, entre era una combinación de rojo sangre con negro. Empezó a gruñir el hombre se levantó y intento huir.
Pero fue inútil.
El lobo se le tiro encima haciéndolo gritar, al mismo tiempo que mi vista empezaba a estar borrosa, lo último que ví fue el lobo acercándose a mí.
.........
Cálido.Esa era la palabra de como me sentía, estaba muy cálido entre estas sabanas, son muy suaves, después de unos minutos reaccione y me levante muy rápido haciendo que me duela mi herida.
Mi herida.
Puse mi mano derecha encima y está un parche.
Mire al alrededor, el lugar era acogedor, tenía un balcón y cortinas negras a cada lado, las paredes están pintadas de negro, un sofá de cuero del mismo color, un clóset blanco, la cama estaba cubierta por sabanas y almohadas de negro.
Mi ropa.
En vez de la falda y la camisa de cuadros que llevaba puesto, tenia puesto una camisa de botones color blanco, solamente eso.
¿En donde estoy?.
¿Quién me trajo aquí?
Todas mi dudas se despejaron cuando ví a entrar a la chica del pasillo.
—Despertaste. —dijo lo obvio mientras se dirigía hacia a mí.
—¿Que hago aquí? ¿Comó me encontraste? ¿En donde estoy?. -la llene de preguntas.
—1.-Estás herida, 2.-Estaba viniendo del Instituto y te encontré en el suelo y 3.-Estas en mi casa, en mi habitación. —respondió con orden a mis preguntas.
—Gracias.—ella se sentó en la cama a unos centímetros de mí.
—De nada, ¿Comó te sientes?.
—E estado mejor, creo que debería irme. -oi un leve gruñido, ¿Acabà de gruñir o será mi cabeza?.
—Estas aún herida y aún está lloviendo.
—Llamaré a mi padre ¿Mi celular? ¿Mis cosas?. -pregunte.
—Están del lado izquierdo abajo de la cama. —me di la vuelta para agarrar mi mochila.
Encontré mi celular y marqué a mi padre, nada.
—No me contesta, supongo estará en una reunión o se quedó sin batería siempre le pasa. -dije mientras veía cabizbaja mi celular.
—Te puedes quedar, si quieres, además, no es bueno que salgas debido a tu condición.
—No, está bien, no quiero dar más molestias llamaré a mi amiga y me iré. -empecé a marcar a Jennie.
Después de un rato Jennie me recogió, JiSoo me había prestado un pantalón deportivo y su camisa de botones.