Asimilando

3.5K 62 2
                                    


Mateo no paraba de caminar y mientras lo hacía sentía como el vestido se estiraba apretando sus desnudas piernas con cada paso que daba, mientras sentía una pequeña presión en sus pechos. Sus piernas podrían sentir la sutil brisa del lugar al igual que sus pechos debido al escote que llevaba. No pasaron ni cinco minutos y Mateo comenzaba a asimilar todo dándose  cuenta que caminaba en un centro comercial con un pequeño vestido y unos tacones altos como toda una diva del lugar. La gente no paraba de mirarlo y los hombres se quedaban perplejos con su presencia. 

El sonido de los tacones provocaban que Mateo pierda la concentración haciendo que sus sensuales pasos se vayan entorpeciendo convirtiéndolos en lentos pasos de un aprendiz de tacones . Mientras caminaba, Mateo alcanzó a ver un baño que estaba a pocos pasos. Con dificultad Mateo alcanzó a llegar al baño pero debido a su novatada, entró al baño de hombres. 

Una vez dentro, todos los que se encontraban en el lugar se quedaron atónitos al mirar a tan despampanante mujer. Mateo tardo unos segundos en darse cuenta que ahora era una chica y que todos lo miraban pero antes de dar un paso atrás, aquel aroma se intensifico deteniendo a Mateo para deleitarse con la presencia de los hombres. 

Mateo inhaló fuertemente aquel aroma mientras cerraba los ojos con una sonrisa de placer pero los nervios e inquietud de mateo por la situación hicieron que reaccione, dando un paso atrás para golpear la puerta y salir rápidamente hacia el otro baño.

En cuestión de segundos, Mateo entro en uno de los cubículos y se sentó en el inodoro con cierta incomodidad por los tacones que llevaba. 

- ¿En que momento dejé que pase esto?

- hace 30 minutos estaba trabajando tranquilamente y ahora llevó este corto vestido sobre tacones y ¡tengo pechos!.

- ¿Será verdad todo lo que dijo Ema?

- ¿Soy una especie de demonio?

Mateo acariciaba sus piernas con sus manos mientras pensaba pero la curiosidad hizo que sus manos lentamente vayan hacia su entre pierna.  Su mano poco a poco iba entrando por debajo del pequeño vestido pero no paso mucho hasta darse cuenta que debajo de aquel vestido aun llevaba el boxer que traía puesto. 

Su mano solo se limitó a moverlo para recordar que su miembro ya no estaba ahí. Mateo sabía que no debía quedarse por mucho tiempo en el baño, pues lo que menos quería era llamar la atención.  Mateo se levantó y abrió la puerta, notando que la ultima persona acababa de salir. 

Al abrir la puerta del cubículo, frente a el había un espejo viéndose reflejado por primera vez de manera consciente. Mateo con la primera impresión no reconoció su reflejo pero al darse cuenta que no había nadie mas en el baño y que sus movimientos eran muy similares a los del el reflejo, Mateo se quedó perplejo al notar la belleza de aquella hermosa mujer que se reflejaba en el espejo. 

Con la boca abierta mateo se acercó al espejo mientras se miraba de arriba hacia abajo, por ratos hacia movimientos raros para convencerse que era el. Su mirada era penetrante con un color de ojos único que los hacía ver casi amarillos pero en la oscuridad se tornaban anaranjados como el fuego. 

Mateo decidió salir del baño, con pasos lentos comenzó a caminar nuevamente por el centro comercial pero esta vez lo hacía con mucha incomodidad ante la presencia de varias personas. Debido al demonio, Mateo no podía caminar de manera encogida ni con la mirada hacia abajo, todo el tiempo llevaba una presencia imponente aunque mateo por dentro sentía que quería desaparecer.

Cada paso que daba era como un campanazo para llamar la atención de todos pero aquel aroma aparecía nuevamente. Mateo con su forma femenina despertaba nuevas habilidades que no tenía en su forma masculina pues ahora podía identificar el olor de cada hombre que pasaba, podía notar cual era mas intenso y cual no. 

Inconscientemente sonreía a aquellos hombres que emanaban un olor mas intenso, haciendo que le regresen la sonrisa sin saber lo que estaba pasando. Mate regresó a la tienda donde estaba Ema. Desde afuera Mateo le hacía señales para que salga. Ema con un suspiro salió y las dos chicas se sentaron en una de las bancas del centro comercial.

- Que quieres, porque no te fuiste - Ema le respondía algo molesta.

- No se donde ir ni que hacer. - Mateo respondía preocupado

- No me siento cómodo. 

- Pues regresa a tu forma masculina y ya. - Ema hacia gestos obvios.

- Si supiera hacerlo, lo hubiera hecho en el mismo momento que me transforme en..

- esto..

- Mmmm si tienes razon.

- ¿Ya lo hiciste antes?

Mateo, se puso a pensar por un rato.

- Pues si.. 

- Una vez 

- Pero no recuerdo bien

- Recuerdo que un chico me estaba siguiendo y después.

- Hay dios... Mateo recordaba pequeñas escenas sexuales

- Creo que tuvimos sexo

- No lo puedo creer - Mateo se frotaba la cabeza con vergüenza 

- Pero no recuerdo muy bien, solo tengo pequeños recuerdos sin sentido. 

Ema se frotaba la barbilla mientras pensaba.

- Cuando fue la ultima vez que pasó eso - Ema preguntó

- hace un par de días.

- ¿Y que sentías cuando perdiste el recuerdo?

- mmm recuerdo que olía un rico aroma mientras sentía hambre. Mateo juntaba sus piernas como si tratara de recordad un placentero momento. 

- Pues, es eso, tienes que comer, tu demonio interno tiene que comer hombres.

- Yo te puedo ayudar. 

- Me gusta la idea de ser cómplice de un demonio - Ema sonreía mientras jugaba haciendo gestos de persona malvada.


Chica Demoníaca  /TG/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora