:: Capítulo Veinticuatro ::

389 38 52
                                    


Buenas noches mis estimadxs lectorxs! Cómo están?

Yo contentísima porque regresé mucho antes de lo que imaginaba! Y de nuevo con un cap que me quedó muy extenso y tuve que dividirlo en dos... Así que hoy les comparto lo que quedó del capítulo 24 y dentro de unos días publicaré lo que resultó en el capítulo 25.

Les hago una aclaración importante: Hacia el final del cap transcribo unos fragmentos (en inglés y en castellano) de la letra de la canción "Ain't no mountain high enough" interpretada por Marvin Gaye y Tammi Terrell, que elegí para una escena en particular. Búsquenla, se las recomiendo, y quizás la reconozcan, es un clásico de los '60 que a-do-ro!

Bueno, sin más para decir por ahora, les invito a leer el VEINTICUATRO en paz y espero que me cuenten qué les pareció en los reviews (porfis porfis pooorfiiiiis, déjenme reviews!).

Todos los personajes pertenecen a su autora Naoko Takeuchi, yo sólo los tomé prestados.

Abajo me despido,

Bell.-

.

.

.

:: Capítulo Veinticuatro ::

Salí corriendo de mi clase para ir a la calle a buscar un taxi y dirigirme a la tienda donde las chicas estaban esperándome. Esa tarde Mina nos había pedido que la acompañáramos a la prueba de su vestido de novia. Pero justo coincidía con el día que asistía a mi taller de dibujo, por eso estaba tan apresurada.

Hacía algunas semanas, al poco tiempo que Zafiro me sugiriera hacerlo, me puse en contacto con el profesor que me recomendó e inmediatamente comencé a asistir a las clases. Estaba muy contenta con esta nueva actividad que había incorporado a mi rutinaria vida, justamente por eso, porque me servía para romper con la rutina y monotonía que tanto me fastidiaban haciendo algo completamente novedoso y diferente.

A medida que nos acercamos a la zona donde se encontraba la tienda, le pedí al chofer del taxi que me dejara bajar porque había mucho tráfico y llegaría más rápido a pie. Sólo eran un par de calles, pero corrí a tal velocidad que mis piernas se aceleraban tanto que sentía que volaba.

Finalmente llegué y por fortuna parecía que lo había logrado a tiempo. Me detuve unos instantes frente a la puerta de ingreso del negocio para recuperar el aliento. Inspiré y suspiré repetidas veces para reponerme y cuando pude volver a respirar con normalidad entré.

Una de las empleadas me recibió y me acompañó al salón donde se encontraban las chicas. Y apenas vi a Lita sentada junto a una mesita con té y galletas, me acerqué a ella para saludara. —¡Hola, amiga! —dije contenta al dejar todas mis cosas en el suelo para poder abrazarla.

—Hola, Serena —me saludó riendo—. Tú siempre tan puntual...

—Lo siento, es que se retrasó mi clase —me disculpé mientras me sentaba a su lado—, ¿llegué muy tarde?

—No, pero Mina ya se está cambiando, enseguida estará lista.

Me serví un poco de té y probé varias galletas casi de un bocado. —Ay, qué delicia, estoy muriendo de hambre —dije con la boca llena.

—¿De nuevo pasaste de largo sin almorzar? —preguntó Lita y yo asentí avergonzada—. Serena, otra vez estás comiendo muy mal —me regañó—, debes cuidar tu salud.

Luna ExtrañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora