:: Capítulo Quince ::

438 36 3
                                    


Hola gente querida del mio cuore! Estoy de vuelta al fin!

Mil perdones por mi retraso... Fueron dos meses muy agitados y llenos de contratiempos... Pero aquí estoy! Más vale tarde que nunca!

Por suerte he podido terminar este nuevo cap para continuar avanzando con mi adorada locura. También quedó bastante extenso, pero como siempre les digo -me excuso- creo que así compenso un poco mi larga ausencia :P

Ya mismo lo comparto con uds! Y lxs invito a leer el QUINCE en paz. Que lo disfruten!

Todos los personajes pertenecen a su autora Naoko Takeuchi, yo sólo los tomé prestados.

Abajito me despido,

Bell.-

.

.

.

:: Capítulo Quince ::

Una tarde, mientras esperaba a que Kun terminara de trabajar y se dignara de una buena vez a salir del consultorio, yo me encontraba en mi escritorio hojeando unas revistas de diseño. Estaba tan concentrada en lo que leía que apenas sonó el teléfono fijo atendí de manera casi automática. —Consultorio odontológico, buenas tardes.

—Buenas tardes, señorita Serena —dijo la seductora voz masculina del otro lado de la línea.

Milagrosamente lo reconocí enseguida. —¿Darien?

—Sí, soy yo —respondió riendo—. ¿Cómo estás?

—Bien, todo bien, ¿y tú?

—Bien también. Veo que aún estás en el trabajo.

—Sí, hoy se nos hizo un poco tarde, pero... ¿por qué me llamas aquí?

—No atiendes tu celular, hace rato que estoy insistiendo.

—Lo siento, no lo escuché —dije avergonzada mientras lo buscaba en mi bolso para confirmar que efectivamente estaba en modo silencioso y tenía unas cuantas llamadas perdidas.

—Descuida, sólo quería preguntarte si irás a lo de Lita hoy.

—Sí, iré con Kun en un momento, lo estoy esperando para salir juntos.

—De acuerdo, porque yo también voy a ir.

—¿En serio? ¡Qué bien! —exclamé contenta.

Estaba muy ansiosa por verlo, porque después del fin de semana que estuvimos inseparables en mi departamento no nos habíamos vuelto a reunir, sólo estuvimos comunicándonos por teléfono. Y lo extrañaba tanto...

—Pero quizás me demore un poco —me explicó—, todavía tengo un par de asuntos que atender.

Durante esos días Darien había estado muy ocupado con su trabajo, más de lo habitual, y aparentemente sus obligaciones le seguirían demandando mucho tiempo.

—No hay problema, te esperaré allí —dije entusiasmada.

—Tengo muchas ganas de volver a verte.

—Yo también, no tienes idea de cuánto te extraño, han sido los días más largos y tristes de toda mi vida...

—Serena, no exageres, fueron pocos días.

—Para mí fue una eternidad.

—Señor Chiba —oí que alguien lo llamaba.

—Sí, ya voy —respondió él—. Bueno, tengo que colgar, nos vemos en un rato, ¿sí?

Luna ExtrañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora