Orgullo [Gaara Y Tú]

Capítulo 6: Ira.

Caminamos hacia la academia ninja de konoha para la primera parte del examen, que según me ha contado Kankuro es un examen escrito, no comprendo qué importancia tiene un examen escrito pero bueno, siempre he sido una estudiante muy aplicada, así que de seguro no me representara problemas.

-¿estudiaron?—pregunto ingresando en el salón donde ya hay ninjas de otras aldeas.

-no, voy a copiar de ti cerebrito—dice Kankuro pasando un brazo por mis hombros mientras me despeina con la otra mano.

-Kankuro compórtate—dice Gaara enojado.

-gracias Gaara—digo con una sonrisa pero el esquiva mi mirada.

-como alguien tan bonito puede ser tan frio—digo en voz baja.

Me siento y pongo los brazos sobre el escritorio, llegamos muy temprano, quizá duerma unos minutos. A pesar de que considero a Gaara un amigo, el parece que me odia, antes era tan diferente, que verlo así me destroza el corazón. Cierro los ojos y una lagrima cae por mi mejilla, me siento rara, como si la fuerza me faltara, por suerte en esta posición es imposible que alguien me vea llorar. Escucho alboroto y sé que ha llegado Naruto con su grupo, solo él puede provocar una tormenta en un vaso de agua. Un hombre aparece de pronto diciendo que será nuestro sensor, el se encargara del examen escrito. A cado uno se nos asigna un número y nos ubican de acuerdo a los números otorgados.

Cuando nos entregan el examen, lo leo y algunas preguntas parecen imposibles, junto a mi hay un ninja del sonido y Uchiha Sasuke, cuando el se sentó a mi lado, le sonreí, pero no pude evitar sentir que alguien me observaba con odio. Esta de más decir que si te sorprendían haciendo trampa tú y tu equipo quedaban descalificados.

A medida que pasaba el tiempo más ninjas quedaban fuera del examen por hacer trampa. Era obvio que el objetivo el examen era medir nuestra capacidad de conseguir información sin ser descubiertos; Gaara estaba usando su ojo de arena, mientras que Sasuke usaba el Sharingan. Mi examen estaba casi terminado pero la última pregunta se me hacía imposible de responder, junte las manos y forme una pequeña bolita de agua, la cual fue saltando entres todos hasta que encontró a alguien que tenia la repuesta que buscaba.

Cuando faltaba poco para terminar, y luego de la última pregunta que consistía en un desafío, algunos ninjas se levantaron y se fueron, yo observe a Gaara y el negó con la cabeza, eso significaba que seguiríamos hasta el final.

-veo que no te irás—dice Sasuke a mi lado.

-nop y por lo que veo tu tampoco—digo observándolo de costado.

-no, quiero enfrentarme a tu compañero, no me rendiré tan fácil- sonríe de lado con aires de grandeza, con que ese es su objetivo, si se enfrenta a Gaara no creo que pueda vencerlo, solo hay un persona capaz de controlarlo.

Una mujer ingresa por la ventana para llevarnos al bosque de la muerte, todos la seguimos, llegamos a un bosque enorme, daba miedo verlo, un ninja nos entrega un papel donde decía que no se harían responsables por la muerte de nadie, vaya responsabilidad por parte de konoha. A los equipos se no entrega un pergamino, y nuestro objetivo es conseguir ambos, el de la tierra y el cielo.

-suerte—les grito a los chicos de konoha y Naruto me sonríe a lo lejos.

Cuando ingresamos en el bosque, luego de adentrarnos bastante entre los árboles Temari y Kankuro se dividen para encontrar un lugar seguro donde descansar antes de que llegue la noche.

-veo que ya has hecho amigos—dice Gaara cruzado de brazos.

-si... Naruto es un poco efusivo pero me parece agradable- digo con una sonrisa.

- ¿Qué hay del Uchiha?—parece molesto.

-no habla mucho, es muy reservado—digo pensativa.

-aléjate de él, no me gusta que se acerque a ti—dice mirándome con sus ojos aguamarina que tanto me gusta ver, me sonrojo y aparto la mirada.

-iré a revisar el perímetro—digo y salto sobre un árbol, me ha cosatdo un poco llegar hasta aquí, como si hubiese gastado chakra de mas y hasta me duele un poco el cuerpo, creo que debería dormir mas, pero ahora no es el momento.

¿Qué ha sido eso? ¿Una advertencia? Sé muy bien que no debo acercarme al Uchiha, como si no me lo hubiesen advertido antes, miro hacia todos lados y puedo distinguir el chakra de dos personas que se acercan a nosotros, antes de que pueda ir sobre ellos Gaara ya los ha atrapado dentro de su arena. Bajo del árbol.

-¿qué pergamino tienen?—pregunto con un kunai en la mano. Antes de que pudieran responder Gaara cierra el puño y su arena se tiñe de rojo.

-necesito mas—dice él en un tono que me da miedo.

-busquemos a los demás, quizá de camino encontremos el que necesitamos—Gaara está congelado con una mirada asesina, lo tomo de la mano y salto hacia un árbol, su mirada de relaja y se suelta de mi agarre.

La primera noche no conseguimos nada más que una lista de ninjas que Gaara asesino por deseos del shukaku y que mi cuerpo se sienta cada vez más pesado, desde que estábamos en el examen escrito he sentido una molestia en el cuello que no había sentido antes, es como un ardor constante.

-¿estás bien?—pregunta Kankuro mientras me ve tocándome el cuello.

-sí, creo que necesito descansar un poco es t...-- antes de terminar la frase siento que mi cuerpo no me responde y todo se oscurece.

Narrador omnisciente.

La chica cayo del árbol en el que estaba parada antes que se compañero pudiera atraparla, pero no llego a tocar el suelo, ya que la arena freno su caída.

-___ chan que te paso—dice una rubia acercándose hacia ella. Al tocarle la frente estaba hirviendo.

-Kankuro trae agua, Gaara ayúdame a llevarla a un lugar seguro—le grita al que estaba parado en el árbol junto a ella. El pelirrojo la levanta con su arena, la lleva detrás de unos árboles.

-tiene fiebre—dice la rubia a los otros dos.

-__ Chan jamás se ha enfermado—dice Kankuro mientras observa a la chica.

-lo sé esto es muy extraño—dice la rubia. El pelirrojo se limita a mirarla inexpresivo.

Los hermanos se organizan para hacer guardia y cuidar a la chica, habían logrado que su fiebre bajara un poco, pero aun temblaba. El primero que se quedo con ella fue Gaara, le cambio el paño de la frente por uno frio y al hacerlo observo que tenía una marca en el cuello, aquel pequeño lunar que parecía tener ahora estaba muy grande.

-Orochimaru... déjame—digo la chica y se sacudió de golpe.

-tsk... maldita serpiente, te mataré—digo el pelirrojo lleno de rabia.