Capítulo 2: Inocencia

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Llevaba dos semanas viviendo con Yashamaru, no hablábamos mucho, cuando el llegaba yo ya estaba durmiendo, de hecho yo me la pasaba encerrada en mi habitación, cuando alguien entraba a traerme comida me limitaba a mirar por la ventana. No es porque sea descortés o mal agradecida, es que trato profundamente de recordar que era de mi vida antes de llegar aquí.
Lo primero que recuerdo es estar en esta casa, alguien me peinaba y yo pregunté por mi padre... Pero ¿quién es mi padre? ¿Yashamaru tendrá esa respuesta?
Ya es de noche, tengo ganas de salir a tomar un poco de aire, pego la oreja en la puerta y no escucho ningún sonido que venga del exterior. Abro la puerta con sumo cuidado, camino por los pasillos de la casa hasta abrir una puerta que creo que me llevara a la azotea y lo hace.
Al salir siento el aire fresco de la noche en la cara, por primera vez presto atención al lugar en donde estoy, hay muchas casas y hace un poco de calor. Es un lugar muy bonito.

-hola- dice una voz. Rápidamente me doy la vuelta, miro para todos lados hasta que encuentro a un niño pequeño abrazando un oso de peluche.

-tú eres la niña que vino con Yashamaru ¿verdad? - pregunta acercándose a mí. Yo asiento con la cabeza y el sonríe. Creo que volveré a mi habitación. No me siento cómoda hablando con otras personas.

De nuevo en mi habitación me recuesto en mi cama y por primera vez sueño.

-seres mi sucesora ____(tn) Tendrás lo mejor y serás lo mejor- dice un hombre pálido.

Me desierto con los rayos de luz en la cara. Me pregunto quién era el hombre de mis sueños ¿será el mi padre? ¿Qué es una sucesora? Creo que necesitaré preguntarle a alguien. Sé que aún es muy temprano y todos deben estar durmiendo. No sé si Yashamaru estará en casa, entonces a quien debo preguntarle. Entonces recuerdo al niño de anoche, quizá el pueda ayudarme, salgo de mi habitación de la misma manera que la noche, caminando despacio. Voy hacia la azotea de nuevo y casualmente allí está el, jugando con arena, ha hecho un montón de animalitos y los ha ordenado como si fuera una granja.

-hola—digo esbozando una sonrisa.

-hola ¿quieres jugar conmigo?—dice con los ojo llenos de ilusión, verlo así me genera un cosquilleo en las manos y en el estómago que jamás había sentido. Me acerco a él y jugamos con los animalitos de arena.

Un mes después...

Estoy en casa de la señora Chiyo, el kazekage me ha dejado con ella para que se hiciera responsable de mi, ya casi no veo a Yashamaru, si antes lo veía poco, ahora es nunca. Les he preguntado de donde vengo pero ellos no saben nada, solo sé que me encontraron el un laboratorio de un tal Orochimaru. La abuela Chiyo me enseña técnicas ninjas para que pueda ingresar en la academia, junto con los hijos del kazekage.

Camino hacia el parque para jugar un rato, ya he terminado con el entrenamiento y se me permite salir por unas horas, luego debo volver a casa. El parque está lleno de niños jugando y correteando por doquier. Me siento cerca del tobogán buscando a Gaara y lo encuentro alejado de todos abrazando su oso de peluche, voy corriendo hacia él.

-Hey Gaara ven a jugar conmigo—le digo con una sonrisa.

-etto, los niños no me quieren, me tienen miedo—dice con tristeza.

-si se meten contigo yo les daré su merecido—digo alzando el puño de manera enérgica.

Él sonríe y viene conmigo al tobogán, al verlo los otros niños huyen de él, uno de ellos le tira una piedra pero la arena lo protege, pero eso no les parece suficiente vuelven a tirar otra piedra, pero esta vez me golpea a mí.

-si tienen algún problema con nosotros pueden decírmelo de frente—gritó enojada, los niños se asustan y vuelven a lo suyo. Gaara y yo seguimos jugando hasta que yo debo irme, el me sigue porque no quiere estar con los demás, que siempre lo tratan como basura. Realmente no sé porque lo tratan así, Gaara es un niño muy dulce, siempre es amable, al menos conmigo, siempre viene a buscarme para jugar y la pasamos muy bien juntos.

-gracias por ser mi amiga ___-- dice Gaara y me da un abrazo, siento que me interior revolotea, mi mente se calma y me siento en confort. El sigue su camino y yo entro a mi casa.

Orgullo [Gaara Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora