LOS CAZADORES II: "LA PROFECÍA AZTECA" ~Fanfic de Percy Jackson~ (1er Borrador)

Capítulo 13: "¡Ajua! Tío"

Lo último que recuerdo de la noche anterior era que Michelle le había dicho al tal Gas que le contaría por la mañana, extendimos colchonetas en el suelo y nos quedamos totalmente dormidos.

Despertamos demasiado temprano, o al menos yo y desperté al resto.

—¿Qué hora es? —preguntó Emanuel mientras se tallaba los ojos.

—Son las ocho de la mañana —dije.

—¿Podemos dormir un rato más? —Santi no abría los ojos.

Miré por la ventana, el sol apenas estaba saliendo, la sala estaba iluminada en su totalidad y así pude ver el desorden que tenía Gas. En el arco de la cocina había muchos trastes sucios, los sillones estaba llenos de basura, en el suelo se acumulaba polvo y pelusa, la ropa sucia parecía estar cansada porque estaba en las sillas de madera. La casa era un desastre.

—Hay que limpiar —dije decidido.

—Yo no estoy —Jaden se giró y siguió durmiendo.

—Chicos, este muchacho nos ha ayudado y dado un lugar dónde dormir, hay que pagarle.

—Que sea en efectivo, por favor —Omar estaba boca abajo.

Suspiré, no dije nada más. Emanuel se seguía tallando los ojos, parecía que iba a tener un orgasmo ocular. Me di la vuelta y comencé a meter la ropa sucia en una bolsa verde. La basura la puse en el bote que había en una esquina, cuando me disponía a lavar los trastes Emanuel apareció en el marco de la puerta, me miraba, tenía los ojos irritados.

—Eres muy bueno haciendo la limpieza.

—Gracias. Yo lo hacía siempre, mi madre todo el tiempo estaba ausente.

—Entiendo. Mi padre me abandonó con mi tía, yo siempre fui el de los mandados, todo el tiempo.

—No quiero ponerme sentimental —dije sonriendo.

—Ya sé, yo tampoco quiero llorar.

Y juntos terminamos de limpiar mientras que el resto del grupo seguía durmiendo.

Al poco tiempo de terminar, Michelle y Gas bajaron por la escalera, él iba vestido con una camisa a cuadros azules y unos jeans rasgados.

—Hola, chicos —saludó Michelle.

—Hola —dijo Gas en un inglés muy forzado—, yo-soy-Gaspar. Dios mañana.

—Es buenos días.

—Ah, buenos días.

Era raro tener una plática bilingüe, no iba a funcionar. 

Cuando creí que la cosa no podía ser más bochornosa, Emanuel habló:

—¡Ajua, tío! Somoss amigoss, yo ser Emanuel, él ser Tony, y ser Cazzadoress.

Me solté a reír por dos razones, la primera por su acento ridículo y la otra porque a pesar de que no sabía lo que había dicho sabía por la expresión de Michelle que era algo realmente tonto.

—Michelle, ¿puedes decirle a ese chico que no somos españoles?

—No creo que lo haya dicho en castellano.

—Pues tampoco en latino.

Ambos se soltaron a reír, me sentí incómodo. Michelle se dirigió a nosotros:

—Chicos, él es Gaspar. Aún está por confirmar su procedencia divina. Su padre mortal ha salido de viaje por negocios y no volverá hasta que sea resuelto su problema.