Capítulo 7: "Jaden..."

18 2 0
                                    

Las cosas no iban bien, lo presentía. Llegamos a un pasillo aún más estrecho, la única luz era Emanuel y sus dedos resplandecientes, nada más. El lugar parecía haberse oscurecido aún más, la leve luz no ayudaba para ver al final del pasillo.

—¿Comenzamos a cantar? —preguntó Santi.

—No creo que sea buena idea —dijo Emanuel.

—El chico linterna tiene razón —espetó Ray.

—¿Chico linterna? —preguntó Emanuel con tono decepcionado, como si hubiera esperado un mejor apodo.

—Chicos, hay que evitar hacer ruido y evitar llamar la atención de los monstruos —dije.

—Claro, como si un chico fluorescente no fuera lo suficientemente llamativo como para que un monstruo nos preste atención —dijo Omar con tono de reproche.

—¿Chico fluorescente? —Emanuel seguía indignado.

Seguimos caminando con Emanuel por delante, llegamos a una esquina y doblamos a la derecha, continuamos hasta que el pasillo se amplió y pudimos separarnos. Las flores brillantes volvieron a aparecer en el pasillo.

En ese momento me detuve de repente, un dolor de cabeza me hizo doblegar y caí de rodillas, los chicos acudieron a mi auxilio pero yo solo pude escuchar unas simples palabras:

"—Te necesito, hijo…"

Cuando desperté los chicos yacían casi encima de mí, me miraban con ojos muy abiertos, Ray fue el primero en hablar:

—¿Esto te pasa muy amenudo? 

Omar le golpeó el hombro, la cabeza me dolía y como pude me senté en el suelo.

—Apolo nos necesita —dije.

—¿Qué tenemos que hacer exactamente? —preguntó Omar.

—Conseguir al Quinto, y encontrar a un conductor, además de salvar una pirámide y organizar una fiesta o algo así —dijo Emanuel.

No dije nada, solo miré al fondo del pasillo, entonces pude ver como una silueta aparecía y desaparecía en la penumbra, enfoqué la mirada, aquello se acercaba lentamente y dando traspiés, cuando la luz de las flores le iluminaron el rostro sentí un gran alivio, era Jaden el hijo de Tánatos.

—¡Jaden! —grité de emoción, me incorporé como pude y corrí hacía el para abrazarlo pero llegué a tiempo para que no cayera al suelo. Estaba exhausto.

—¿Qué tiene? —preguntó Santi detrás de mí.

—Vi… viajé… —intentó explicar.

—Viajó por las sombras —expliqué—, un privilegio que solo gozan los chicos del inframundo.

Recosté a Jaden en el suelo y le di un poco de ambrosía, él la comió despacio, cuando estuvo mejor se sentó y explicó.

—El laberinto nos tragó —no sabía si lo decía literal o figurativamente, o tal vez ambas cosas—. Intentamos encontrar una salida pero no había ninguna.

Tomó una pausa, respiró hondo, tragó saliva y continuó:

—Caminamos por mucho tiempo, entonces encontramos la salida a un lugar…

—¿Qué lugar? —pregunté con curiosidad.

—Se llama… Orizaba.

—¿Orizaba? —preguntó Ray muy interesado.

Algo sucedía, pude verlo en el rostro de Jaden.

—Es en México, chicos. Las cosas son distintas allá, no sé si la niebla es la misma o si hay otro tipo de magia, pero hay muchas criaturas, mucho peligro.

—¿México? —pregunté muy extrañado.

—Si. Yo tampoco lo entendía, entonces caí en cuenta que el Laberinto fue quién nos trajo aquí. ¿Y si tenemos que hacer alguna parada por aquí?

—Pero el Empire State… —quise que mis pensamientos cuadraran.

—Tony, piénsalo. El laberinto se abrió y nos trajo aquí, necesitamos otro conductor, está claro que no podemos revivir a Helios el titán del sol, ¿Y si solo tal vez ese conductor estuviera aquí?

—¿En México?

—Por todos los dioses, sí, Tony, en México. Además, un hombre ha secuestrado a los demás.

Sentí un poco de ira, las mejillas se me calentaron y por poco exploto.

—¿Por qué no comenzaste por eso?

—Porque tenía que darte una introducción al peligro al que nos enfrentamos, un hombre bien vestido no puede ser gran cosa.

Lo ayudé a ponerse de pie y comenzamos a caminar.

—Cuéntame de ese hombre —dije.

—Estaba bien vestido, tenía un bigote y barba de envidia y un caballo negro, ah, y un sombrero enorme.

Lo miré.

—¿Estás consciente de que nos adentraremos al país de Valeria la antigua Cazadora que fue atacada por un Chupacabras?

—Si, lo estoy.

—Tal vez encontremos a Kevin…

Una luz de esperanza comenzó a aclarar el pasillo, bueno, tal vez solo era Emanuel el chico linterna. 

Sentí un choque de emociones, sentía terror, angustia, esperanza, alegría y preocupación, además del enojo. Todas esas emociones fueron eclipsadas por un solo pensamiento: Apolo. Él era el centro de todos mis pensamientos e igual de mis emociones.

Caminamos en silencio hasta que un ruido nos hizo detener de golpe, las paredes vibraron y el lugar comenzó a calentarse aceleradamente.

—Fuego… —consiguió a decir Ray.

Una llamarada apareció en el cruce del pasillo y se dirigió a nosotros a gran velocidad, sabía que no podíamos sobrevivir a ese fuego, tampoco podíamos correr, lo único que nos quedaba era esperar una muerte llena de dolor.

LOS CAZADORES II: "LA PROFECÍA AZTECA" ~Fanfic de Percy Jackson~ (1er Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora