31 MINUTOS (Tulín)

"Fiesta en la casa de Juanín"

-¡Pongan esa silla ahí! ¡Arreglen allá! ¡No se coman las ramitas saladas, son de Tulio!- exigía Juanín viendo como los tramoyas estaban devorando sin límites las botanas del lugar, escuchando una que otra queja de los mismos –Bueno, ya está todo listo, solo falta que lleguen todos a la... ¡Fiesta en la casa de Juanín!- alegaba Juanín muy emocionado de por fin tener todo listo para la fiesta, a pesar de que los pocos invitados no lo demostraran de la misma manera; al paso de unas horas, los mismos invitados con unos ligeros cambios en el ambiente se daba en la fiesta, Juanín en este punto empezaba a preocuparse de que llegara el resto de los invitados -¡Oigan! No se coman las ramitas saladas, son de Tulio- volvía a pedir a los tramoyas que no siguieran comiendo la comida de Tulio, volviendo a escuchar como los mismos empezaban alardear de que tan importante era Tulio para que Juanín guardara un bocadillo tan delicioso, de no ser porque tenía la esperanza de que los demás llegaran pronto, se habría preocupado de sus comentarios –Todo tiene que estar impecable... porque ya están a punto de llegar los invitados a la ¡Fiesta en la casa de Juanín!- al paso de otras más horas, Juanín termino durmiéndose en plena "fiesta", y en poco menos despertado por los tramoyas, quienes se habían acabado la mayoría de los bocadillos –Sí, sí, si... ¿Ya llegaron los invitados?- cuestiono Juanín a los tramoyas sorprendido de haberse quedado dormido

-No, y nosotros ya nos vamos, hacer algo más entretenido- le comentaban los tramoyas ya cansados y con sueño, algunos pareciendo tener otras cosas que hacer; pero para Juanín, le era indignante que ninguno de sus amigos haya llegado y que los pocos que asistieron ya querían irse, no lo iba a permitir

-No, no, no... nadie se puede ir de acá, esta es mi fiesta y la vamos a pasar estupendo... y para comenzar, movamos el esqueleto con un poco de música- decía Juanín mientras colocaban algunos de los éxitos vistos en el programa, tratando de convencer a los invitados de que no se fueran, pero resultaba difícil, pues su insistencia de irse parecía ser mayor -Aunque todavía no ha llegado nadie... la fiesta aún sigue fantástica, ¿cierto?- no recibía respuestas positivas, pero el tocar de la puerta hizo que se emocionara bastante -¿Vieron? Ya comenzó la diversión- sin demoro, Juanín se acercó a la puerta y descubrir que al otro lado estaba Jackson Aceituno, un ambiente incomodo apareció de repente al no tener nada de qué hablar... para la suerte de ambos, no tardo mucho antes de que otra persona llegara a la fiesta, se trataba de Policarpo

-Hola Juanín... pero, ¿Qué pasa en esta fiesta? Le falta algo, no sé que

-¡Gente Policarpo! No ha llegado nadie- decía Juanín ignorando el hecho de que estaba ahí Jackson Aceituno, incluso Policarpo le ignoro y se acercó a la mesa del DJ

-Calma Juanín, yo me encargare que la fiesta se llene hasta reventar, por eso me dicen el

-El pelado del ranking- comentaba Juanín en un tono gracioso, escuchando como los presentes reían por lo dicho

-No, el señor fiesta...- decía Policarpo mientras acomodaba todo en el tablero de DJ, haciendo énfasis de sus habilidades musicales -Y qué mejor manera de empezar que cantando al revés

-Me encanta- de manera inesperada apareció Tulio, emocionado de escuchar una de sus canciones favoritas –¡Entremos muchachos!- y así como llego, los demás del estudio entraron muy emocionados de poder divertirse en la casa de Juanín

-Que te dije Juanín, soy el señor fiesta

-Señora interesante, señora interesante- cantaba Tulio muy tranquilamente, la fiesta estaba en su punto más alto y los invitados se divertían, tal vez quizá demasiado, con decir que cierta reportera se sentía maravillada por los cantos de cierto conductor

-Gracias huashito, no sabía que me considerabas interesante- comentaba Rosario Central casi al momento en que intentaba apegarse más a Tulio, quien reacciono sorprendido de verla tan de cerca suyo