"En el capítulo anterior, nuestros amigos ensayaban para la batalla de las bandas... cuando una extraña vecina alego por el ruido, y cuando descubrieron que la vecina era una bruja malvada... esta los convirtió en sapos para que no la delataran... finalmente, convencieron a la hechicera de quitarles el embrujo, pero justo en ese momento... Patana la destruyo... y nuestros amigos quedaron convertidos en sapos, tal vez para siempre..."
Así como Bongo Stingo lo había narrado a los espectadores, eso fue lo que había ocurrido a nuestros queridos personajes tras el descubrimiento de su vecina la bruja González, pasando por tener unas vocecillas chillonas de ratones (que en el principio les resulto favorable para su carrera musical) hasta ser convertidos en sapos, una mala suerte que fue sellada tras el descuido de Patana y sus deseos de poder salvar a sus amigos. Sin embargo, aún quedaba una pequeña esperanza, el cuervo que había dejado la bruja les entrego ante sus manos el libro de hechizo que utilizaba su dueña para que pudiesen encontrar el hechizo apropiado para desencantarlos, más no iba a ser fácil entre seis mil trescientas páginas, tanto por la imaginación de Patana como la concentración extrema que debía de tenerse
–Lo encontré- comento Patana muy emocionada mientras leía rápido el hechizo, posteriormente se colocó de frente de sus amigos sapos para lanzar el hechizo –Ripiti rupiti ripiti res... el mismo hechizo, pero al revés- desgraciadamente, el hechizo solo los había convertido en ratones, siendo el único emocionado de ello Mario Hugo, Patana actuó rápido y reviso otro hechizo –Alabadin badum- lanzado el nuevo hechizo, todos cambiaron de ser ratones a ser macetas con plantas, escuchándose aun así los ánimos de Mario Hugo –Alabadi badu- con otro hechizo les hizo cambiar a piñatas redondas, permaneciendo la alegría de Mario Hugo y el mal humor del resto –Piti pitin- a pesar de que en este les había convertido de nuevo en su forma original, Patana accidentalmente los había enviado al infierno, lo cual en acto rápido y desesperado los trajo de vuelta pero con la forma inicial... aunque a palabras del cuervo, en esta vez eran ranas, riéndose a carcajadas por lo ocurrido
-Maldito pajarraco, ¿acaso te estas burlando de nosotros?- decía Bodoque indignado de estar escuchando burlas y no soluciones de la situación; este no lo negaba, más se daba el lujo de no darle importancia, al menos hasta cierto punto
-Sí, pero ahora los ayudare, las soluciones están en la última página- dicho eso, Patana reviso el hechizo de la última página para colocarse de nuevo frente a sus amigos
-Ripiti rupiti ripiti zas- dijo Patana lanzando el hechizo, esperando que fuese el correcto, sintiendo cierto alivio al ver a sus amigos de vuelta a su forma original
-Volvimos a la normalidad, que final más feliz- comentaba Juanín viendo como todos sus amigos no les faltaba nada, realmente podrían seguir con el programa, de no haber sido que Policarpo parecía estar preocupado
-Pero hay un solo problema... el hechizo revivió a la bruja- decía Policarpo indicando que, en el lugar en donde se había desvanecido, estaba regresando... riendo como toda la bruja que era, siendo acompañado del cuervo que les había ayudado desde el inicio
-Mi plan funcionó, el hechizo hizo que todo volviera a ser como antes, incluida mi jefa... volviendo más malvada- alardeaba el cuervo ante todos, riéndose junto con la bruja que, curiosamente, no parecía estar a gusto
-Sí... quiero decir... no, algo paso en mi interior- decía la bruja sin entender lo que había sucedido, sorprendiendo a los presentes, incluyendo a su pájaro –Mientras estaba derretida, me di cuenta que ya no quiero ser malvada- confeso tristemente, ocasionando que el cuervo le gritara en la cara que nunca iba a dejar de serlo, siendo convertido en un pollo asado por acto de desahogo de la misma, dándose cuenta de que tenía razón y llorando mientras le pedía al resto ayuda sobre su situación, siendo Patana quien encontró la respuesta en el libro
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31 MINUTOS (Tulín)
FanfictionEn un universo paralelo no tan alejado del original, en los estudios de 31 minutos donde la dinámica de siempre era una lucha entre la vagancia y la responsabilidad cuyos "partidarios" principales eran Tulio Triviño (el presentador) y Juanín Juan Ha...