Hoy te saludé.
Fue todo un reto, no puedo negarlo.
Pero al ver tu rostro sonreír,
tan falso,
tan calculador,
quise retractarme.
Me ves como alguien más de este putrefacto lugar,
y yo a ti te veo como la posibilidad de un mañana diferente,
como una buena razón para seguir vivo.
Te he visto un par de veces,
y parece que en ti me he perdido.
¿En qué hechizo me has sometido?
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Huesos de plástico.
PoesíaElla vivía para morir. Yo moría por vivirla. ••• La melancólica historia de un chico que amó demasiado y una chica que perdió la cabeza.