Quizá te miro más de lo que debería.
Pero eres como un imán a mis ojos.
Y te recorro toda con la mirada.
Y noto las marcas en tu cuerpo.
Y, por primera vez, quisiera que fueran una metáfora.
Pero son reales, muy reales,
y están en todas partes.
Tan delgadas, tan finas, tan grises, que no logras distinguirlas.
A menos que observes por largo rato.
He aprendido a no mirarte tanto,
pues cada vez que veo tus cicatrices,
recuerdo cuán infeliz eres en realidad.
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Huesos de plástico.
PoetryElla vivía para morir. Yo moría por vivirla. ••• La melancólica historia de un chico que amó demasiado y una chica que perdió la cabeza.